Alemania y Kroos, máquinas de competir
Estaba casi fuera Alemania, tenía 10 jugadores sobre el campo, arriesgó Löw con un cambio que era a vida o muerte... Pero Alemania es Alemania, el país de la eterna competitividad, el de la eficacia absoluta, el que lo mismo hace lavadoras que coches, todo máquinas perfectas. Como sus futbolistas. Los mismos que en vez de entregarse y sacar la bandera blanca en una situación de máximo riesgo fueron capaces de reponerse y entrar de nuevo en la pelea por el título.
Kroos fue el héroe como el otro día fue el villano y con su gol salvó a los alemanes. Es impresionante la mentalidad del madridista, mejor jugador de su equipo y a la vez decisivo con goles de falta como el que logró en el último minuto ante Suecia. Pocos mediocentros en el mundo son capaces de algo así. Apareció cuando más lo necesitaba su equipo y los germanos pasaron, de la noche a la mañana, a ser más candidatos si cabe que antes, pues estuvieron muertos y una segunda vida es mucho decir para selecciones de su grandeza. Solo los equipos campeones levantan situaciones como la que lo tocó vivir. Y Alemania lo es. Vaya que sí.