Otros tres goles en el peor día

La caída del Sporting en esta recta final de la temporada parece no tener freno, aunque Jony le haya dado vida al equipo gijonés con ese gol que al menos permite no dar por casi cerrada la eliminatoria. Nadie, ni siquiera los más pesimistas, podían esperar una derrota tan clara en Zorrilla. Pero se ha producido y de la peor forma porque el conjunto de Rubén Baraja ha vuelto a encajar tres goles en un partido, cuando la seguridad defensiva se había convertido en su principal arma. La decepción es mayúscula.

Pero no es hora de lanzar una crítica feroz, de buscar explicaciones que no van a resolver nada a día de hoy. Sencillamente porque queda otro partido por delante en El Molinón y el fútbol suele tapar bocas con cierta facilidad. Hay que esperar, por tanto, aunque la pájara del Sporting en el momento decisivo de la temporada es monumental, es un hecho constatable. El equipo asturiano se ha convertido en un conjunto vulnerable y los rivales son plenamente conscientes de ello. Le hacen goles de tres en tres. Esta vez se produjeron en diez minutos para olvidar cuanto antes. Los sportinguistas solo esperan que el próximo domingo no haya que lamentar esos tres errores en el peor día. Hay que esperar, aunque la única pregunta que uno se puede hacer hoy es, con un equipo tan justo, cómo su entrenador puede esperar 85 minutos a realizar un cambio.