Precaución y cordura en el mercado
Dando por hecho la imposible salida de Neymar este verano del PSG, otra cosa será el año que viene si vuelve a fracasar en la Champions, el madridismo afronta el próximo mercado de verano con incertidumbre. Es evidente que, aunque se gane la Champions, la temporada ha dejado algunas carencias que han llevado al fracaso en la Liga. Por unas razones o por otras, los refuerzos del pasado verano no han cuajado. En unas ocasiones porque su calidad no fue lo suficientemente contrastada y en otras porque el técnico no ha sabido darles aire suficiente o hacerles crecer (los buenos entrenadores demuestran serlo no solo por los títulos logrados, sino también por lo que consiguen evolucionar y mejorar a los futbolistas novatos), el caso es que dos o tres puestos del equipo ‘B’ tendrán que ser renovados.
Aunque se quieran buscar fichajes a precios razonables, conviene no volver a equivocarse porque, como en otras industrias, lo barato termina saliendo caro. Y luego está la que puede ser la operación del verano: la venta de Bale a la Premier. Asumiendo que el galés ha pasado a tener un papel muy secundario en la plantilla, su salida potenciaría sin discusión el papel protagonista de Asensio. La pregunta entonces sería: ¿para qué fichar a alguien que le vuelva a tapar?