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Bale pide un sitio en la final de Kiev

La combinación de resultados entre el derbi sevillano (2-2) y el Getafe-Atlético (0-1) despejó la última incógnita que le quedaba por resolver a LaLiga: el séptimo puesto, último de acceso a Europa. Lo aseguró el Sevilla, de la mano de ese gran reactivador que es Caparrós. La última jornada es así perfectamente inútil a efectos de puestos con premio o castigo. Aún puede servir para decidir si el Barça acaba o no invicto (caso de que no pierda hoy) y para colocar a todos y cada uno en su puesto definitivo. Eso tiene su valor, porque los derechos de televisión lo tienen en cuenta. Una maniobra de Tebas contra las primas a terceros, bien tirada.

Por lo que respecta al Madrid, se ha puesto difícil ese último anhelo de quitar al Atlético el segundo puesto. Haría falta que el último día el Madrid ganara y el Atlético perdiera. En todo caso, los madridistas se despidieron ayer decentemente de LaLiga en su campo, con una goleada sobre el alicaidísimo Celta, que vagó como una sombra, abrumado por la desilusión de verse fuera de Europa. En el Bernabéu se le han ido este año LaLiga y la Copa al Madrid, y hasta peligró dos veces la Champions, ante la Juve y el Bayern. Pero al menos ayer compensó a los más fieles (faltó mucha gente) con una buena exhibición final.

Bale estuvo al frente, con los dos primeros goles, el segundo soberbio. Llega a este final de temporada en un pico de forma magnífico. No es el único, porque hay que decir que Zidane ha manejado bien los tiempos de todos los que están al retortero, pero este Bale con poderío y ganas va a ser difícil de dejar fuera en Kiev. Ya veremos qué decide Zidane, que lo ha hecho tan bien que tiene ‘overbooking’ de jugadores entusiastas y en forma para la zona de ataque. Y hoy, atentos: aunque LaLiga de chicos esté resuelta, la de las chicas tiene hoy un final soberbio, con el Zaragoza-Atleti y el Levante-Barça. Bienvenida sea esta emoción.