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Sobre el penalti del Bernabéu y el VAR

El Atlético pasó la prueba de Lisboa y se mete en semifinales. Es la quinta semifinal europea del Cholo Simeone en siete años, algo muy a tener en cuenta. No enamora, pero conquista. Ayer vimos un partido de una sola dirección, con un Sporting que se vació y jugó bien y un Atleti a mi juicio demasiado desconcertado. Y le pasaron cosas malas: lesión muscular de Diego Costa y traumatismo facial de Lucas y habrá que ver el tiempo que están fuera. Y Vitolo que sigue sin arrancar. Todo junto dibuja un Atleti metido en problemas, pero ahí sigue, colgado del ánimo y el liderazgo de ese Cholo que agita los brazos en la banda y va sacando las cosas.

Y ahí está, en el bombo, con el Salzburgo, que dio la campanada ayer, el Arsenal y el Olympique de Marsella. Será hoy, a las doce. A la una, el de la Champions, con representantes de las cuatro grandes ligas: Madrid, Liverpool, Bayern y Roma. El Madrid llega con el susto en el cuerpo, pero favorito en las apuestas, aunque a corto margen del Bayern. Ya nada es fácil. Del Roma se esperaba poco en cuartos y dio la gran campanada. El Liverpool tiene la magia de su guarida, Anfield, que bien ha sufrido el City. El Bayern está siempre ahí, eterno enemigo del Madrid. Una bestia negra hasta aquella goleada redimidora en Múnich.

Mientras, se sigue hablando del penalti, que ha dividido las opiniones. Da ocasión para hablar del VAR, de prevenirnos de lo que podemos esperar de él. ¿Imaginan que hubiera estado a mano el miércoles? Si hubiera ratificado el penalti, ¿se hubieran conformado la Juve o tantos culés y atléticos a los que veo clamar alrededor? Y si lo quita, ¿darían por buena la solución los madridistas? En estas jugadas de interpretación el que se ve defraudado se resigna mejor si la decisión es obligadamente instantánea y de un hombre que está ahí abajo que si viene de un cuartito de tres, que igual ni sabremos quiénes son. No me entusiasma.