El Manchester City dijo adiós a la Champions League tras caer 1-2 ante el Liverpool con tanta dignidad como polémica. Saltó al Etihad Stadium sin miedos, marcó un gol a los dos minutos de juego y soñó con remontar el humillante 3-0 de la ida hasta que Mateu Lahoz le cortó las alas al anular a Sane lo que hubiera sido el 2-0 poco antes del descanso . Entonces, el equipo de Pep Guardiola se dio por vencido y Salah y Firmino lo aprovecharon para matar la eliminatoria con una victoria por 1-2 que mete a los Reds en las semifinales de la Champions League por primera vez desde que lo consiguieron con Rafa Benítez a los mandos en la temporada 2007-08. Guardiola entendió que la remontada exigía una revolución y apostó por una especie de 3-1-3-3 con tantos (o tan pocos) defensas como delanteros. ¿Genialidad táctica o ataque de entrenador desesperado? Las redes sociales debatían todavía sobre la sorprendente suplencia del Kun Agüero cuando a los dos minutos de juego Gabriel Jesús dio la razón a su técnico al hacer el 1-0 tras un error infantil de Van Dijk en la salida de balón. El Liverpool tardó en reaccionar a semejante susto y el City intentó cocer a fuego lento el segundo zarpazo . De Bruyne y Silva cogieron el timón en la media y Sane y Bernardo Silva apuñalaron una y otra vez a los laterales rivales en busca del 2-0. El equipo de Klopp seguía irreconociblemente acongojado y el segundo tanto de los de Pep se mascaba . Bernardo Silva lo rozó con un disparo al palo desde fuera del área y Sane pareció encontrarlo en el minuto 42 después de aprovechar una asistencia de Milner. El juez de línea no lo entendió así y el Liverpool, con el City todavía quejándose (Guardiola fue expulsado al descanso por Mateu Lahoz) , se fue a los vestuarios con una ocasión de Oxlade que fue como un aviso de lo que estaba por venir. El City nunca logró levantarse de lo que consideró una pifia del árbitro y el Liverpool se levantó para mostrar su impresionante pegada. Salah, en el minuto 55, batió con sutileza a Ederson para hacer el 1-1 después de una gran jugada de Mane y, ya con los de Guardiola rendidos, Firmino puso la puntilla a la eliminatoria con un 1-2 que convierte a los Reds en uno de los cuatro mejores equipos de Europa tras superar tanto en casa como fuera al virtual campeón de la Premier