Bale no se siente protegido
Cualquier sugerencia a una posible marcha de Bale del Madrid recibe un inmediato rechazo de su entorno. No se entiende que se dude de su calidad, aunque me da que nadie lo hace. Lo que frustra es la falta de consistencia. Es muy bueno. A ratos. La falta de comprensión de su entorno respecto al debate Isco o Bale da pistas de cómo se analiza su fútbol. Bale marca goles espectaculares, tiene una fortaleza única, pero no influye en el juego como le pediría Di Stéfano, que ya avisó que el mejor futbolista es el que toca el balón mil veces y nunca más de un segundo. Parece imposible sacar de Bale lo que lleva dentro, esa sensación de que el resultado final es más importante que lo que te lleva a ello. Quiere ser el que acabe la jugada pero se le pide crearla. Y no le acaba de salir.
Pero hay al menos dos maneras de verlo. Bale no responde porque no se siente protegido. Puede ganar partidos él solo, así que por qué no se le da un rol más relevante. Parece que el Madrid no dejará que ese debate se alargue mucho más, pero los que le conocen insisten que no está en venta. Zidane repite los patrones de su relación con James. Y Bale no lo lleva bien. Pero, dicen, las dificultades le harán más fuerte. Saldrá de esta, insisten. Será si le dejan...