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F1 | EL ANÁLISIS

Mercedes: ¿qué es el 'modo fiesta' que enfada a Red Bull?

Su ventaja en clasificación provoca suspicacias en la parrilla, aunque la FIA no ha encontrado irregularidades en su motor.

Actualizado a
Raikkonen (Ferrari) y Hamilton (Mercedes) en el GP de Australia de F1 2018.
PAUL CROCK

Desde el GP de Australia se habla mucho del 'modo fiesta' de Mercedes. Para Rosberg, el único botón mágico del monoplaza de Brackley es Hamilton, para Helmut Marko y Red Bull hay una diferencia excesiva entre el motor de los alemanes y el resto de la parrilla. El propio Toto Wolff, jefe del equipo, admitió que Lewis utilizó el supuesto 'party mode' en la Q3 de la clasificación de Australia. ¿Pero existe de verdad? ¿Influye tanto en el rendimiento?

En qué consiste. Se trata de una configuración electrónica del motor que emplea el máximo de potencia disponible para las vueltas finales de la sesión de clasificación y que no necesitan durante la carrera. No hay cifras concretas aunque pueden acercarse a los 1.000 caballos. Hamilton negó haberlo usado en Australia, pero Wolff dijo que sí lo hicieron.

¿Por qué no lo usan en carrera? Porque correrían demasiados riesgos exigiendo el máximo de potencia de un motor durante 60 o 70 vueltas. Y sobre todo porque no lo necesitan: sus propulsores tienen altas prestaciones y son fiables (ninguna penalización en 2017 por cambiar elementos) sin ser exprimidos a tan alto nivel. En cualquier caso, todos los motores tienen diversas configuraciones y los pilotos las van cambiando durante la carrera en función de las necesidades y la estrategia.

Diferencias de tiempo. En la Q1 y la Q2 Hamilton hizo 1:22.824 y 1:22.051, respectivamente. Raikkonen se quedó a 272 milésimas y 456 milésimas, respectivamente. Diferencias habituales durante el fin de semana. Ya en la Q3, Hamilton rebajó su tiempo nueve décimas: 1:21.164. Por el 1:21.828 de Kimi, diferencia de 664 milésimas. En cualquier caso, todos los pilotos menos Sainz mejoraron su tiempo de la Q2 a la Q3.

Las quejas. Red Bull deja caer que se debería utilizar en la carrera el mismo modo del motor empleado en clasificación. Y Renault señala al consumo de aceite, limitado a 0,6 litros cuando ellos apenas se acercan a 0,1 ligro. Pero no hay quejas oficiales y nada ha llamado la atención de la FIA a partir de lo que hayan visto en sus verificaciones técnicas sobre los monoplazas.

Riesgos. Que la ventaja de Mercedes les permita dominar las sesiones de clasificación. Algo que tampoco debería sorprender: el año pasado sólo se les escaparon cinco de 19 y todas esas fueron para Ferrari. Además, Red Bull se olvida de un dato: Mercedes y Hamilton dominaron esa clasificación, pero no ganaron la carrera...