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Messi se entrenará en Valdebebas

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Estos días, Lopetegui apacienta a lo mejor de nuestro fútbol. He ahí a un buen seleccionador, menos discutido en lo que recuerdo que ningún otro. Años atrás se insistía en que cada aficionado español tenía su propia Selección. Ahora ya no es así, felizmente. Tenemos por fin una Selección que es de todos. A los que no sufran tanta edad como la mía (amplia y en lo posible bien sobrellevada) quizá les extrañe saber cómo se veía tiempo atrás la Selección. Yo se lo diré: como una proyección del mundo de los clubes. No era lo mismo si el gol lo metía Amancio, Gárate o Rexach. En lo que todos estábamos de acuerdo era en Iribar.

Ahora estamos ante días severos para nuestra Selección. Vamos a jugar frente a Alemania (fuera) y Argentina (en casa) sucesivamente. Son, ojo, los finalistas de la última Copa del Mundo. La anterior la ganó España, y de aquel equipo aún quedan algunos connotados integrantes, que no es el caso mencionar, porque les sobra nombradía. Me gustan estos dos partidos. El primero, la visita a Alemania, ese país singular que perdió dos guerras mundiales en un mismo siglo. Se rehízo de ambas derrotas y ahí sigue, organizándonos, no sé cómo ni por qué, la vida a los demás. Y tras Alemania, vendrá Argentina. Eso es capítulo aparte en el fútbol.

Argentina nos ha dado a Di Stéfano, Maradona y Messi. No sé si para usted uno u otro de ellos es el mejor de la Historia. U otro: Pelé, Cristiano... Pero lo que no creo es que nadie dude que entre los cinco primeros de siempre hay tres argentinos. Uno de ellos está vigente, se llama Messi y es un diablo. Me gusta saber que durante unos días tendrá su espacio de entrenamiento en Valdebebas, ese rincón del mundo en el que Cristiano Ronaldo despliega cada semana sus habilidades. Por unos días, ese lugar será escenario de las brujerías de Messi, ese genio del fútbol al que sólo Cristiano Ronaldo ha sido capaz de plantarle cara.