Mou, el talento y el desorden
El final de una era, la que marcaba a Mourinho como entrenador que conseguía que sus equipos defendieran y atacaran al máximo nivel, acabó posiblemente con la derrota de su Chelsea ante un PSG con diez jugadores. Sus futbolistas no supieron adaptarse a lo que pedía el partido. Desde entonces sus equipos han sabido defender al máximo nivel, pero su insistencia en dejar que los de arriba actúen por instinto y no orden se ha quedado obsoleta. La derrota de ayer podría marcar el portazo final a la impresión generalizada en Inglaterra de que Mourinho sigue perteneciendo a la élite vanguardista.
Seguirá en banquillos importantes (acaba de renovar con el United, quizá luego el PSG) pero un muy buen Sevilla dejó en evidencia la propuesta futbolística de los suyos, demasiado encogidos. En los últimos diez minutos se vio el Manchester United que podría haber sido, pero Mourinho nunca se ha sentido a gusto dando paso al talento y el a veces necesario desorden.