Se presenta en Old Trafford el mejor Manchester United de la temporada. No ganará premios al entretenimiento pero disputará los partidos del primer al último segundo. Están los jugadores con unos centímetros de más (Lukaku domina por alto como pocos los lanzamientos en largo, generalmente de De Gea), reaccionan unos milisengundos antes que el resto (ante el Liverpool Rashford robó balones al pequeño despiste de sus rivales), corren a una velocidad mayor que la mayoría (de nuevo Rashford tenía una marcha más).
Hasta la inoportuna lesión de Pogba elimina un pequeño estorbo para Mourinho: incapaz de tener durante noventa minutos la concentración defensiva del resto, solo le sirve si marca las diferencias con el balón y no siempre lo consigue. Sin el francés, este Manchester United que en casa solo ha perdido ante el City esta temporada, sabe en todo momento lo que toca hacer.
El juego levanta suspicacias a su propia afición pero el United es un club en el que ganar está por encima de todo. Hasta ahora la eliminatoria se ha jugado a lo que ha querido Mourinho. Hace falta ver quién es el guapo que decide cambiar el guión...