Los Rockets saltan el barro, las bajas y a los Jazz: 13 seguidas
Partido feo y duro en Salt Lake City y un triunfo de mucho valor para los Houston Rockets. Fueron claves Trevor Ariza y Luc Mbah a Moute.
Y no empezó bien la cosa. Los Jazz, conscientes de las condiciones en las que llegaban los Rockets, plantearon un partido a cara de perro. Se jugaron 48 minutos en el barro. Golpes, alguna actuación de teatro, triples fallados y, al final, una ración excesiva de pérdidas innecesarias que terminó condenando a los propios Jazz.
Ese parcial del final del segundo cuarto decidió el partido. El parcial, los tres triples de Ariza en los primeros minutos de segunda parte (2/17 el equipo en la primera mitad) y el último cuarto de un Luc Mbah a Moute sensacional: 17 puntos, 15 en los minutos finales, 7/7 en tiros de campo, 2/2 en los triples y un buen lío a Rudy Gobert. Los Rockets jugaron sin cinco todo el último cuarto, con Tucker, Green, Joe Johnson, Mbah a Moute y Ariza defendiendo todas las posiciones, volviendo completamente loco a Gobert y confundiendo a Snyder. Ricky Rubio intentó tirar de su equipo (su mejor partido desde que volvió: 14 puntos, cinco asistencias, fresco, con chispa...), pero le faltó puntería en los minutos finales. Toda la que le faltó también a Donovan Mitchell (16 puntos), que falló ocho de sus nueve intentos desde el triple y cerró la noche con ocho de las 22 pérdidas que condenaron a los Jazz.
Los locales defendieron de maravilla a Harden durante todo el partido. Todo lo bien que se puede... Consiguieron que solo lanzara 13 veces a canasta y que solo anotara un triple. Aun así acabó con 26 puntos, 11 rebotes, cinco asistencias y tres robos, pero a estas alturas esos números son un gran triunfo defensivo. Chris Paul asestó el golpe definitivo al partido con uno de sus ya míticos lanzamientos de media distancia y los Rockets bajaron al barro para levantarse aún más fuertes. Van 13 triunfos consecutivos, a solo uno de su mejor racha de la temporada. Y mantienen el mejor récord de la NBA. Pese a todo. Poca broma.