La maldición de Koeman, otro año más
Aventuró Ronald Koeman, años después de salir de Mestalla y por despecho a su despido, que el Valencia "no ganará un título más en los próximos cinco años". Ha pasado una década desde el último, aquella Copa del Rey lograda contra el Getafe con el holandés en el banquillo ché, un título que el equipo ni tan siquiera celebró con su afición por las calles de València por estar jugándose la permanencia en Liga. Pero, volviendo al presente, tras lo acontecido anoche en Mestalla, la maldición de Koeman se prolongará mínimo otro año más.
El Valencia compitió con sus armas y hasta donde pudo contra el Barcelona, que fue hasta que Ernesto Valverde sustituyó a Andre Gomes (35 millones) por Coutinho (160). Corría el minuto 49 cuando el brasileño anotaba el 0-1 y, como los males nunca llegan solos, segundos después de ese gol, Rodrigo Moreno se echaba la mano al muslo y pedía el cambio. Precisamente él, que estaba siendo el más incisivo entre los blanquinegros, el que mejor leía cada contragolpe y al que el larguero privó de igualar la eliminatoria.
Ahí, entre el gol de Coutinho y la lesión de Rodrigo, se terminó la aventura copera de los ché. Porque si difícil era que el Valencia remontara el gol de la ida de Luis Suárez, una quimera era pensar que pudiera hacerle tres goles a Cillessen, quien evitó que alguno aún pudiera venirse arriba con una mano de carterista a remate a bocajarro de Gayà. El Valencia se queda a las puertas de la final, aunque con Marcelino está más cerca de encontrar la llave.