Kane llega a los 100 goles en la Premier con la Juve a la vuelta de la esquina
Su estilo. Harry Kane no es un espejismo. Reconozco que en su día tuve dudas sobre él, me parecía un jugador algo tosco, nada que ver con esos futbolistas que justifican por sí solos el precio de una entrada. Me equivoqué. Lo cierto es que los goles hablan por él y, apenas un mes después de cerrar el año 2017 como pichichi mundial, sigue batiendo récords. El último, el de convertirse en el primer jugador en la historia del Tottenham Hotspur que alcanza los cien goles en la Premier.
A Sheringham. Hablamos de la Premier como tal, desde que adquirió esa etiqueta en la 92-93 (el United de Cantona y Hughes fue el primer club en cantar el alirón). Ya el pasado enero, Kane había superado a quien entonces comandaba la lista de goleadores spurs, Teddy Sheringham. 97 tantos firmó quien para siempre será recordado por el Milagro del Camp Nou, la final de la Champions 98-99 que jugaron Manchester United y Bayern Múnich: en el minuto 91 y con 0-1 abajo, marcó el gol del empate y apenas dos minutos después asistía a Solskjaer en el tanto que llevó a los red devils a la gloria. La imagen de Collina ayudando a levantar a Effenberg o Kuffour, que llora desconsolado, no se olvida.
Greaves lidera la tabla. Por detrás de Kane (100 goles) y Sheringham (96) figuran Jermain Defoe (91), Robbie Keane (91), Chris Armstrong (48) y Gareth Bale (42), cuyas galopadas aún se echan de menos por White Hart Lane. Por el estadio que demolieron e incluso por el que se está construyendo... Y si seguimos paseando por la historia del Tottenham nos cruzaremos con goleadores absolutos como Jimmy Greaves (1961-1970: 266 goles en 379 partidos), Bobby Smith (1955-1964: 208 en 317), Martin Chivers (1968-1976: 174 en 367) o Cliff Jones (1958-1968: 159 en 378).
Van Dijk y el piscinazo. Son nombres que suenan a fútbol puro, el que siempre se masticó en esas islas que ahora pretenden recuperar el terreno perdido en la Champions. Podrán hacerlo desde la próxima semana con el juego de toque como bandera y un repóquer en el que United, City, Chelsea y Liverpool acompañan al Tottenham de Kane, que se mide a la Juventus. El mismo Kane al que Virgil van Dijk acusó el pasado domingo de fingir un penalti en el duelo con el Liverpool. “Sentí el contacto y caí. No iba a saltar para alejarme porque esto es fútbol”, alegó. ¿Piscinazo de un futbolista inglés? Que no nos oiga Greaves, que nos retira el saludo.