Mbappé, Cavani y Neymar forman un tridente conflictivo
El joven delantero francés será castigado por su patada a Sarr. Neymar se burló de Traoré. Cavani llegó tarde de sus vacaciones
Fue un simple partido de Copa de la Liga (una competición menor en el fútbol francés) en casa del Rennes, un club conocido por ser una de las víctimas predilectas del PSG. Ganó el equipo parisino (2-3) y se clasificó para la final. Sin embargo, este encuentro, que se celebró el martes por la noche en la Bretaña (oeste de Francia), se recordará más por el comportamiento condenable de las estrellas del club de la capital que por el juego y el resultado final.
Un problema ya recurrente que representa, en definitiva, el gran desafío que tiene por delante Unai Emery, el técnico español del PSG. En Rennes, Kylian Mbappé, que volvió a jugar después de su espantoso choque con el portero del Lyon hace diez días, hizo una entrada muy fea y peligrosa sobre un rival (además lejos de la portería), provocándole un corte muy visible en el gemelo del jugador y el destrozo de su media. Con la ayuda del VAR, el árbitro no dudo expulsar al joven delantero francés. Era la primera vez en su carrera que Mbappé era sancionado con una roja y, más allá de este hecho, lo que más sorprendió del otro lado de los Pirineos fue la actitud un poco “chulesca” que tuvo al abandonar el terreno de juego, con gestos incluidos a la cámara de televisión.
Falta de respeto. Antes de este incidente, ya se le había visto muy nervioso y protestón con las decisiones del colegiado. Pero la noche iba a ofrecer otro episodio muy negativo para la imagen de los cracks del PSG. De hecho, bastante peor que lo de Mbappé. Neymar menospreció a un jugador del Rennes cuando este último estaba en el suelo. El brasileño fingió ayudarle a levantarse del césped pero, en el último segundo, quitó la mano y se rió de él en su cara. Muchos aficionados al fútbol utilizaron este hecho para decir cosas como: “¿Entendéis por qué el PSG no llega al corazón de mucha gente?”.
Los golpes recibidos. La indignación fue tal que el exdelantero del Barça tuvo que justificarse. “Ellos me paran con golpes y yo juego al fútbol. Me provocan, pero yo también sé provocar a mi modo: con el balón y con mi fútbol. No estoy aquí para dar golpes, no sé hacer eso. Yo me defiendo con el balón”, explicó el futbolista brasileño.
De hecho, y tal y como lo hemos contado ya, la dureza física de la Liga francesa es uno de los elementos que provocan el malestar actual de Neymar y que podrían empujarle a volver a España, en concreto al Real Madrid. Unos golpes de los cuales se queja también Mbappé y que, según fuentes cercanas al PSG, podrían explicar su crispada actitud del pasado miércoles en la Copa de la Liga.
Sin embargo, en el club parisino nadie podrá usar la violencia de los rivales para excusar el comportamiento de Edison Cavani, que llegó varios días tarde después de las vacaciones de Navidad (igual que Pastore) y que, por ello, se enfrentó a Thiago Silva, el capitán del equipo de la capital francesa.
Neymar, Cavani y Mbappé forman el trío atacante de moda del fútbol europeo y aseguran muchas victorias al PSG. Eso les confiere un estatus y un poder del cuál están abusando. Y, además, perjudica mucho a su imagen pública. Además, que nadie lo olvide, de poner en duda la autoridad del entrenador.
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