"Es increíble", aseguró Stephen Curry. Y algo similar salió de la boca de Russell Westbrook. La última sensación del mundo del baloncesto juega de base en la Universidad de Oklahoma, lidera la nación en puntos (29,5 por partido) y asistencias (9,8), algo que ningún freshman (o novato) ha conseguido jamás, y se ha convertido en el nombre propio de la temporada NCAA. Los triples imposibles (rango de tiro ilimitado), la velocidad (de piernas y mecánica), la visión de juego (transición, espacios y desde pick&roll)... Pero vamos más atrás: ¿quién es Trae Young? ¿De dónde ha salido este fenómeno del baloncesto universitario al que comparan con Curry y respalda incluso LeBron James?
Para entender lo que significa actualmente Trae Young en el mundo del baloncesto hay que empezar hablando de su padre. Rayford Young también jugó en la NCAA. Venía de una familia pobre y, según cuenta Kent Babb en un genial artículo en el Washington Post, veía ropa nueva y calefacción como extras fuera de su alcance. Se labró un nombre como jugador de baloncesto, promedió más de 15 puntos en sus tres últimos años en Texas Tech y llegó a profesional fuera de Estados Unidos. Pero la NBA quedó en un sueño imposible para él.
Pese a los focos, que le persiguen desde hace semanas (desde que encadena barbaridad tras barbaridad), la vida de Young no ha cambiado demasiado. Sus padres no se pierden un partido y le ayudan a mantener unas rutinas que se convirtieron hace tiempo en su día a día. Desde el instituto, y precisamente debido a la explosión de Stephen Curry (padre e hijo veían los partidos de los Warriors; vamos con la segunda línea de la comparación), Trae y su padre ejecutan la rutina de los 50 tiros: 50 desde la línea de fondo (el triple desde la esquina), 50 desde la línea de tres universitaria, 50 desde el triple NBA y 50 desde bastante más lejos. De ahí ha salido el incontenible rango de tiro que tantas comparaciones con el MVP de los Warriors ha levantado en las últimas semanas: es una amenaza desde cualquier posición.
Según publica Kent Babb, hablamos de un jugador tranquilo. Un jugador que intenta evitar el ruido para concentrarse en la próxima tarea, en el próximo partido. No ha sido fácil: Young ha pasado en el último mes de una posible primera ronda a un casi seguro Top-10 y a un más que probable Top-5 (como Luka Doncic, el otro base que suena para los primeros puestos). ¿Quién no querría arriesgar por el siguiente Steph Curry? Si es que existe tal cosa...