Los Thunder, otra vez en barrena: 20 derrotas en media temporada
Los Wolves (3-1 en el particular) superan claramente a los Thunder y les aventajan ya en cuatro partidos y medio. Mal George y Carmelo.
Oklahoma City Thunder es uno de los grandes misterios de la NBA. Muchos análisis sobre ellos se hacen de puntillas, sin ir al meollo de la cuestión porque parece que cuesta descubrir las cartas con un equipo al que se visualiza tan cerca de la implosión en ruta hacia el trade deadline del 8 de febrero como de una explosión culminada con un viaje largo por los playoffs. Y lo parece muchas veces dentro del mismo partido. Pero si se mide esta primera mitad de temporada, habrá que convenir también (pase lo que pase a partir de ahora) que Oklahoma City Thunder también es una de las grandes decepciones del curso: cuando se para la noria, ni muy arriba ni muy abajo, el equipo ha pasado el ecuador en 22-20, justo por encima del 50% y con tres victorias menos que la temporada pasada (25-17).
Y sexto del Oeste. Después de irse cinco victorias por encima del 50% con 12 triunfos en 15 partidos, ha encadenado 5 derrotas en siete, la última ante los Wolves (104-88). Y es importante. Para empezar porque es derrota y media ya que ha entregado la serie individual: 3-1 para unos Wolves que son un rival muy directo porque lidera la durísima Northwest que comparten, una División dentro de la que los Thunder están 5-7. También están, por ejemplo, 10-11 contra rivales que han ganado al menos el 50% de sus partidos.
Mientras los Thunder airean sus males, los Wolves (27-16, diez victorias en trece partidos, siete seguidos con el rival por debajo de 100 puntos, cinco en casa consecutivos con sellout en la grada) cuajan y se afianzan como cuartos del Oeste, no muy lejos de los Spurs y abriendo brecha con respecto a sus rivales de División (Blazers, Thunder, Nuggets). A los de Thibodeau cada vez les salen partidos más redondos, más fluidos y con más sentido en ataque. Y su defensa es cada vez más una defensa de Thibodeau. Volvió Teague, jugaron bien Wiggins (19 puntos) y Towns (18 y 12 rebotes) y lideró Butler (26+7+8 y 4 robos). Y los Wolves despejaron en la segunda parte (47-47 al descanso) a un rival que entró en formato de autodestrucción después de un mal tercer cuarto y cuando Russell Westbrook (38 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 15/23 en tiros) se cansó de que nadie hiciera nada (30% el resto del equipo: 17/56) y su puso a jugar solo. A veces ni siquiera hay que culparle por ello.
Los Thunder han pasado durante la temporada de atacar muy mal y defender muy bien (su sostén en el primer cuarto de la temporada) a atacar muy bien y defender muy mal. En esto último influye la baja de Roberson (ya seis partidos, queda alguno más). En Minnesota ni siquiera funcionó tampoco el big three (10/33 entre Carmelo y George) y el equipo vagó a la deriva. En un puñado de días ha pasado de apuntar incluso al tercer puesto del Oeste a mirar por el retrovisor para posicionarse en la segunda mitad del lote del playoffs del Oeste, la que no tiene factor cancha ni en primera ronda. El corte, los Wolves, está ya a cuatro partidos y medio. Los Thunder pueden entrar en racha con la misma facilidad con la que pueden entrar en colapso, y todavía queda mucho para que se repartan las notas de final de curso… pero con todos los factores en la balanza, su primera mitad de temporada ha sido una decepción salpicada de victorias brillantes. A partir de ahora, a ver.