Sin rastro del mejor Asensio
Ante el Numancia tampoco consiguió recuperar su mejor fútbol, del que sólo viene dejando detalles demasiado aislados para lo que era costumbre en él.
Tanto se mimetizó Asensio con los éxitos del Madrid que cuando apareció la depresión colectiva se vio envuelto en ella hasta la desfiguración, lo que en agosto nadie se habría atrevido a pronosticar. En verano, cuando las Supercopas, jugador y plantilla hicieron cumbre en una temporada que no ha vuelto a ser igual desde aquellas noches de virtuosismo.
Porque luego, lento pero constante, fue formándose el eclipse, con el Madrid tirando la Liga como si no fuera más que las sobras, como si no le pareciera tan mal la idea de autocondenarse en diciembre a ganar la Champions para salvar el tipo o a confiar, en el peor de los casos y con ese mismo objetivo de no arruinar el prestigio de una generación dorada, en que la Copa, por llegar acompañada de los títulos de verano y del Mundial de Clubes, resultase suficiente botín.
Sin la confianza de Zidane
Inmerso en ese bucle, el equipo de Zidane sobrevive improvisando mientras echa de menos a sus mejores hombres, casi todos ausentes, todos irregulares. Entre ellos está Asensio, la estrella que más lució en un agosto (cuatro golazos, dos de ellos al Barça) que se entendió como su mudanza a la titularidad. Pero poco se aprecia hoy de aquel jugador omnipresente y omnipotente que lleva dos meses sin marcar y al que penalizó la lesión de finales de noviembre.
En esta nueva desaparición en su búsqueda de una mayor regularidad, le ha fallado Zidane, que ha estado más cerca de cortarle las alas que de darle vuelo. Asensio no ha sido titular en los partidos que todos quieren jugar: ni en el Clásico, ni en el derbi, ni en las semifinales y la final del Mundial de Clubes; en la Champions, además, sólo salió de inicio en la visita al Apoel. Eso ayuda a comprender lo de Soria: 85 minutos sin protagonismo, sin acierto, sin ser decisivo, sin ser él. ZZ está negándole la continuidad que necesita a uno de los jugadores, tal vez el favorito, en el que más confía el madridismo como baza de presente y de futuro: ante los Neymar o Mbappé, Asensio, al menos a la espera de que Florentino se decida a juntarle con alguno de ellos...
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