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LAKERS 114 - WARRIORS 116 (OT)

Durant (36+11+8) decide en la prórroga la gran fiesta de Kobe

Entre homenajes a La Mamba, que vio brillar por primera vez sus dos números en el cielo del Staples, Durant no perdonó en el momento de los grandes.

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LOS ANGELES, CA - DECEMBER 18: Kevin Durant #35 of the Golden State Warriors reacts in the first half while taking on the Los Angeles Lakers at Staples Center on December 18, 2017 in Los Angeles, California. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement.   Harry How/Getty Images/AFP
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Harry HowAFP

Las entradas más caras desde el día que dejó el baloncesto (Mamba Out) para presenciar un homenaje que ya es, como todo lo que tocó Kobe Bryant durante sus 20 años en la liga, historia del baloncesto. El cielo del Staples recibió orgulloso las dos versiones de La Mamba (primer jugador con dos números retirados por una misma franquicia) mientras compañeros, ídolos y fans sonreían con la misma ilusión que el propio Kobe. Y en un día en el que los Lakers, la NBA y el mundo del baloncesto rendían homenaje al último gran killer, tenía que ser Kevin Durant (el gran asesino de la siguiente generación) quien se llevara el gato al agua.

Con Kobe y familia disfrutando en primer fila, el partido no estuvo a la altura del momento. Igualado hasta el final, una emocionante prórroga terminó escondiendo un partido de idas y venidas más locas que controladas y rachas horrorosas en el tiro.

Sin Stephen Curry, sin Draymond Green, sin Shaun Livingston, sin Zaza Pachulia y con Kevin Durant y Klay Thompson fallando como escopetas de feria, los Warriors mandaron durante gran parte del encuentro. Sin despegar (se ponían sus propias zancadillas), momentos brillantes de secundarios como Nick Young (los triples), Jordan Bell (los tapones) y Omri Casspi (los cortes) fueron suficientes para mantener con ventaja a los de la Bahía. Pero los Lakers, con un genial tercer cuarto de Kuzma (25, décimo partido de +20 puntos) y un Brandon Ingram que ahora es todo corazón (ataca, ataca y vuelve a atacar), peleaban contra sí mismos por una victoria especial, una victoria para Kobe.

Tras cinco minutos sin anotar en el último cuarto que les deberían haber costado el partido, un triple de Caldwell-Pope y una bandeja de Ingram (19+6+5, con el pómulo tocado en los minutos importantes después de recibir un tapón bestial de Bell) mandaron el partido al tiempo extra. La Mamba dejó el parqué con su familia y entonces empezó el show de Durant, que estaba teniendo una noche horrible en el tiro: 12 puntos en los últimos cinco minutos, cuatro de las cinco canastas en juego de los Warriors y, por supuesto, la estocada. Tan elegante como de costumbre.

Cerca estuvo Lonzo (16+6+6) de darle la vuelta a la tortilla (qué bombazo hubiera sido...), pero sus siete puntos en la prórroga no fueron suficientes contra la mirada asesina de Durant (36+11+8+3). El enésimo homenaje a La Mamba.