Dembélé, el Clásico del 23 de diciembre ya no es imposible
El francés ya hace entrenamientos completos y hay voces que piden su convocatoria como factor desestabilizador. Algo así como Messi en la temporada del 0-4.
Al Barça, que espera ganar al Deportivo este domingo para llegar con todo en orden al Clásico, todavía le falta por darse el último subidón que le hará elevar su moral antes del 23-D: la vuelta de Ousmane Dembélé. En principio, el Barça ha fechado para el 4 de enero (19:00 horas) su reaparición. Sería en Copa contra el Celta. Sin embargo, las sensaciones del futbolista son buenas. Él va rápido y quiere ir más. Ya ha completado su primer entrenamiento completo con el grupo y resulta difícil frenar a un chico de 20 años que estaba lesionado con el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda roto a mitad de septiembre cuando había jugado apenas dos ratos con el Barça por su pretemporada sui generis. Auto-declarado en rebeldía con el Borussia Dortmund, no hizo el trabajo correcto en verano y eso le pudo pesar.
Hay quien compara la situación de Dembélé con la que se vivió con Messi antes del Clásico de la primera vuelta de la temporada 2015-16: el famoso 0-4. El argentino se había lesionado la última semana de septiembre y se le diagnosticó una baja de dos meses. El partido del Bernabéu se jugaba el 21 de noviembre. Después de jugar al gato y al ratón toda la semana, Messi viajó a Madrid. Fue suplente y tuvo un papel testimonial en el zarandeo azulgrana al Madrid, pero jugó como factor despiste. O desestabilizador si se prefiere. Este sábado habrá más pistas en la rueda de prensa de Valverde. Dembélé. Según las informaciones que ha ido deslizando el club, ha llevado con profesionalidad su recuperación desde que fue operado por el prestigio doctor Sakari Orava en Finlandia y el vestuario también la ha vigilado de cerca. Uno de los que han estado más pendientes es Messi, consciente de que necesita socios con desequilibrio en la segunda parte de la temporada. El club prefiere ser prudente hasta el final con su recuperación pero también hay voces que creen que sería un golpe llevarse a Dembélé al Bernabéu.
La llegada de Dembélé al equipo no implicará demasiadas novedades tácticas en el Barça. Valverde planea utilizar indistintamente los dos sistemas que le están funcionando esta temporada. Por un lado, el 4-1-3-2 que ha implementado en cuanto Paulinho se ha hecho con un puesto de titular. Con ese dibujo refuerza el centro del campo puesto que uno de los puntas, Messi, acaba jugando como creador. La presencia de Dembélé implicará renunciar a uno de los medios, probablemente Paulinho, para jugar con un 4-4-1-1 en el que Dembélé ocupará el carril derecho. La idea de Valverde sigue siendo dejar pista libre a Jordi Alba en la izquierda aunque le versatilidad del francés le puede dar también riqueza táctica al equipo.