COPA SUDAMERICANA
Independiente espera en la final a Junior o Flamengo
Independiente consiguió voltear la serie ante Libertad en el Libertadores de América con un partido en el que pudo pasar cualquier cosa. Jugará la final de la Copa Sudamericana.
Independiente consiguió voltear la serie ante Libertad de Asunción en el Libertadores de América (3-1) con un partido en el que pudo pasar cualquier cosa. Durante la primera mitad y en un minuto de locura, el 'Rojo' hizo dos goles que le ponían por delante. Libertad recortaría distancias, pero un acertado Gigliotti, con su segundo gol de la noche, daría el pase a los argentinos. El 'Rey de Copas' vuelve de la mano de Ariel Holan a una final continental siete años después.
El encuentro arrancó con un escenario que todos contemplábamos: el equipo local atacaba más con el corazón que con la cabeza y el visitante trataba de mantenerse ordenado y aprovechar espacios para estirarse y hacer daño al rival buscando zonas defensivas desocupadas.
Los de Avellaneda iniciaron el partido con un claro 4-3-3. Lejos quedaba el sistema con tres centrales que se vio en la ida. Aquí el centro del campo lo formaban el 'Torito' Rodríguez como pivote y Meza y Sánchez Miño en los interiores. Barco y Benítez se abrían en los costados y Gigliotti ocupaba la lanza de ataque.
En el minuto 15 el encuentro se volvería una locura. Bustos, con una gran penetración dentro del área, fue derribado y provocaba un penalti que levantó a todo el estadio. Como muestra de su personalidad, pese a los 18 años que tiene, el pibe Ezequiel Barco agarró la pelota y se mostró confiante para ser él el lanzador de uno de los penaltis más importantes de la historia del club. No falló.
Con ventaja en el marcador, la pregunta sería si Independiente sería capaz de mantener la ventaja o Libertad se lanzaría al ataque para revertir el efecto del gol anotado por los argentinos. El 'Rojo' con Ariel Holan es una maquina de sorpresas y, por ello, dejó a todo el estadio boquiabierto con un segundo tanto en el siguiente minuto de juego. Meza, con una magnífica internada, asistió para que Gigliotti hiciese el tanto a placer. Minuto 19 y la eliminatoria estaba dada la vuelta.
En mitad de un ambiente ensordecedor, Libertad no cesó en su plan. Sabían los paraguayos que, con un gol, estaban dentro de la final. Recortaría distancias con un tanto digno de estudio. El balón bombeado desde prácticamente el centro del campo lo rematarían tres (sí, tres) futbolistas paraguayos dentro del área, siendo el último un oportunista Ángel Cardozo para enmudecer un Libertadores de América que vivió en una montaña rusa de emociones durante toda la noche.
El tanto no sentó bien a un Independiente que vivió unos minutos en estado de shock. Habían pasado del éxtasis a la decepción en apenas unos instantes. Pero el partido no dio pausa. Pese que Libertad se mostró mejor, los argentinos lograrían el gol que certificaba el pase a la final. Un error en la cobertura del gumarelo, lo aprovecharía Gastón Silva para entrar como un avión y mandar un centro durísimo para que Gigliotti, otra vez, hiciese de '9' y convirtiese un gol necesario tanto para su equipo como para su autoestima. Enloquecía, de nuevo, el Libertadores de América.
Se llegaría al descanso con una versión hambrienta de Independiente, tratando de hacer algún gol más. Maximiliano Meza merece una mención. Su primer tiempo fue fantástico. Probablemente no aparezca su nombre en la cartelera, pero sus actuaciones bajo las órdenes de Ariel Holan son maravillosas. Jugador clave para el equipo argentino.
La segunda mitad fue un duro trámite para un Independiente al que no le respondían las piernas. Libertad tuvo ocasiones de todos los colores, pero le faltó precisión en los últimos metros. Jesús Medina, Santiago Salcedo... no estuvieron acertados a la hora de definir. Durante los segundos cuarenta y cinco minutos, Independiente no remató a portería contraria y tuvo un porcentaje de posesión por debajo del 40%. Muestras claras de que algo no funcionaba correctamente.
Ariel Holan, viendo que el partido se le podía escapar, dio entrada a Amorebieta al césped. Le colocó como mediocentro, tratando de reforzar la defensa de un Independiente que estaba totalmente partido. Fue importante a la hora de despejar balones áereos y defender algunas jugadas de los paraguayos, pero provocó una falta en el tiempo añadido que pudo truncar el sueño de los de Avellaneda.
Independiente regresa a una final continental siete años después de la mano de un pasional Ariel Holan. El rival está por definir, pero los partidos se disputarán el 6 de diciembre en Avellaneda y el 13 en Barranquilla o Rio de Janeiro.