La vida pública de Griezmann le perturba

Griezmann es una buena persona que quiere y respeta al Atlético. Está muy agradecido por todo lo que ha aprendido y vivido en el club y su actual mala racha no tiene nada que ver con un supuesto desinterés por su parte. Trabaja mucho en los entrenamientos y desea más que nada volver a su verdadero nivel. No es cierto que el francés haya “dimitido” y que esté pensando en un futuro lejos del Atléti. Sin embargo, Griezmann se ha dejado invadir por la fama y por su vida pública. Muchas solicitaciones, muchos frentes abiertos que le descentran y que perjudican su día a día de futbolista. Y que a veces provocan declaraciones nefastas para su imagen y su relación con el club y los aficionados.

Fue el caso en el pasado mes de junio cuando acudió en Francia a un programa de televisión de divertimiento y que, en un ambiente de “cachondeo”, dejo escapar que tenía “seis posibilidades sobre diez de ir al Manchester United”. Seguramente, por el tono ligero de dicho programa, no midió el impacto de sus palabras. De la misma forma no declaró hace diez días en Téléfoot, mítico programa galo de fútbol: “¡Quiero jugar con Neymar y Mbappé!”, sino que, en un juego donde sólo se puede decir “sí” o “no”, contestó “sí” a una pregunta sobre la posibilidad, un día, de juntarse con su compatriota y con el brasileño.

Muchas veces Griezmann se deja llevar por la fama y por el juego mediático. Acumula los anuncios publicitarios y ha anunciado hace poco que iba a cantar en un disco con fines humanitarios. Todo parte de unos buenos sentimientos pero se deja invadir por demasiadas propuestas de topo tipo. Como estos libros para niños que acaba de publicar en Francia y para los cuales recibió una ayuda exterior para la escritura o este documental emitido en su país la semana pasada y realizado por una famosa presentadora de televisión que reivindica no saber nada de fútbol y que le siguió y filmó durante varios meses. Mucha gente en Francia opina que, por su bien, Griezmann debería volver a centrarse únicamente en su trabajo de jugador. Y no les falta razón.