TORONTO RAPTORS 100-WASHINGTON WIZARDS 91
El duelo de pistoleros fue para DeRozan (32) ante Beal (27)
Los Wizards notaron en el tramo final la baja de John Wall, con molestias en la rodilla, ante unos Raptors que se colocan 11-5, segundos en la Conferencia Este.
Toronto Raptors y Washington Wizards están llamados a ser una molestia en la Conferencia Este. Tienen la obligación, las estrellas y el proyecto, de poner las cosas difíciles tanto a los Cleveland Cavaliers de LeBron James como a unos Boston Celtics que marcan el paso en este lado del país con puño de hierro y sin Gordon Hawyard. Son dos franquicias cuyo objetivo mínimo debe ser las semifinales del Este. Por eso, sus duelos directos tienen un aroma especial. Son importantes, aunque la baja de John Wall lo descafeinara un poco. El base de la capital, con molestias en la rodilla, estuvo ausente y DeMar DeRozan y Bradley Beal tuvieron que coger el testigo y dar el espectáculo. Y fue sensacional. El primero fue el máximo anotador del partido con 35 puntos con un 59% en tiros de campo y solo dos triples. Es su noveno partido consecutivo con 20 o más. Más ocho rebotes, seis asistencias y dos robos Por su parte, el segundo llegó a los 27, sin embargo, sus 37 minutos en pista se notaron en los instantes finales cuando los del Norte sentenciaron el encuentro. Ahora, y a la espera de Detroit, son segundos del Este con un balance 11-5. Casi nada. La aportación de VanVleet y Siakam en el tramo final también fueron importantes.
El partido volvió a evidenciar el principal problema de los Wizards: su banquillo es débil. De los cinco que salieron desde el banquillo, solo Oubre llegó a la decena de puntos para un global de 28 tantos. Un 30% por el 40% de su rival esta tarde-noche en España. Siakam, desde el banco, aportó el solo tantos rebotes (9) que toda la segunda unidad de Scott Brooks. El camerunés fue el máximo reboteador de los suyos y el segundo de todo el partido solo por detrás de los doce de Gortat. Y ese mal se subsana si tienes a Wall, sin él todo es más endeble y todas las miradas recaen en Beal. Si tú y yo lo sabemos, la defensa de los Raptors también. Un peligro que supieron corregir en los instantes finales para lograr la máxima del partido a un minuto de final: 100-90 tras un triple de VanVleet y un mate de DeRozan. Fue el golpe definitivo. El último capítulo de un cuento que tendrá continuidad.