Sorpresa: Goffin vence a Federer y jugará la final
El belga, contra todo pronóstico, se impuso en tres sets al suizo que iba a alcanzar por undécima vez el partrido por el título de las ATP Finals.
Todo estaba preparado para celebrar la undécima final de Roger Federer en el Masters (o la décima si se tiene en cuenta que no jugó la de 2015 contra Djokovic por lesión). Pero en la fiesta se ha colado un outsider con quien nadie contaba y que se benefició inicialmente de la lesión de Rafa Nadal para meterse primero en semifinales y una vez ahí, ha ganado al suizo contra todo pronóstico. Es David Goffin quien, yendo de menos a más, sacó ese algo distinto que había dicho en la previa que necesitaba para tumbar al número dos del mundo: 2-6, 6-3 y 6-4 en una hora y 45 minutos.
Es el primer belga que alcanza el partido por el título de las ATP Finals que se disputará este domingo a las 19:00 hora española, y para el que espera rival. Saldrá del partido entre Grigor Dimitrov y Jack Sock que se juega esta noche, a las 21:00.
El seis veces campeón del Masters no encontró respuesta al ataque de Goffin desde el segundo set y no fue capaz de arañarle una sola rotura de saque en diez juegos. Goffin ha pasado de jugar un solo partido como reserva el año pasado a meterse en la final. Hasta este sábado, había perdido seis veces contra el helvético en otros tantos enfrentamientos. Federer tenía un alto porcentaje de efectividad en los sets definitivos, el mejor de los ocho maestros (84,6%), y lucía un balance de 14-1 contra top-10.
Mal inicio y recuperación
El partido no empezó bien para Goffin, que perdió su saque en el primer juego tras una larga lucha por mantenerlo. El set se le hizo cuesta arriba y encajó otro break que ya le puso en bandeja el parcial a Federer. Pero al Genio de Basilea no se le veía imperial, como en casi todo el torneo. Otros duelos había sabido manejarlos con inteligencia, pero la respuesta del belga se le atragantó. Su rival sacó el coraje que no se le había visto incluso ante Nadal y que había asomado ya contra Thiem, al que ganó con facilidad.
Sin hacer nada muy especial, solo fallando menos que el suizo (36-27) y controlando bien sus servicios, se llevó la segunda manga con una rotura en el cuarto juego y en el tercer parcial repitió acierto en el tercero. En ambos casos cerró bien sus saques y no se esforzó demasiado en los que le quedaban a Federer. Así, con más tranquilidad de la esperada y salvando una bola de break en cada manga, alcanzó la gloria de un triunfo que al principio ni se creía.