Contador: "El potenciómetro limita el espectáculo en carrera"
Alberto Contador (Pinto, Madrid, 34 años) puso fin a su carrera de 15 temporadas en la pasada Vuelta a España. El ganador de Tour (2), Giro (2) y Vuelta (3) visitó AS.
‘Echaré de menos los ataques de Contador’, dijo Froome cuando se le preguntó sobre su retirada. ¿Le halaga que uno de los legados que deja es su carácter ofensivo?
Siempre me ha gustado correr por sensaciones, pero eso no significa hacerlo con poca cabeza. Es verdad que los sponsors aprietan mucho en busca de victorias, y eso a veces crea conservadurismo. No voy a poner en duda que la gente va a recordar siempre al que gana… pero, ¿si atacas continuamente, no es otra manera de dar visibilidad a tu patrocinador? Hay veces que se echa de menos un poco más de arrojo.
Quizá es que usted representa un ciclismo más antiguo, sin tanta dependencia del potenciómetro.
Yo defiendo el potenciómetro en los entrenamientos. Fue un cambio enorme el paso de entrenar con pulso a hacerlo midiendo los vatios/kilo. Que llegues a alcanzar las 160 pulsaciones depende de muchos factores, pero los vatios/kilo siempre son los mismos. Otro asunto es llevarlo en carrera…
¿Los prohibiría en la competición?
Yo lo que denuncio es que en carrera limitan el espectáculo. Si un equipo como el Sky, por ejemplo, te lleva a los vatios máximos que haces en los entrenamientos, nunca vas a atacar porque sabes que no vas a ir muy lejos. La verdad es que reflejan muchos aspectos de carrera. Antes de comenzar el Tour te puede decir hasta si estás en datos de poder ganar la general. Sin contar, claro, con factores externos, caídas, etc…
Froome se ha convertido en un símbolo de ese estilo, con esa forma de correr tan peculiar mirando los datos.
No crea que es tanto por eso, en muchos momentos vamos como podemos…
Usted también lleva. ¿Lo mira mucho?
En esta Vuelta sí, pero porque los datos eran muy buenos (risas).
Es un buen ejemplo de cómo ha cambiado el ciclismo en estos 15 años, ¿no?
Uno de tantos. Ha evolucionado en todos los aspectos. Por ejemplo, en la ropa… Fíjese en la polémica que se dio durante el Tour con los monos de crono que usaban equipos como el Sky y el Movistar. Se investigó a pesar de que la UCI había dado el OK. Por ejemplo, Polartec, la marca que patrocina al equipo de la Fundación, es una de esas firmas que van un paso por delante.
Al aficionado a veces le puede costar entender que la ropa y el material influyan tanto.
Más de lo que parece, es cuestión de aerodinámica. En ciclismo este aspecto está trabajadísimo. Me atrevería a decir que en una crono de unas características específicas, la diferencia podría estar en un minuto. Las bicicletas son otro gran ejemplo de evolución, y eso que en muchas ocasiones son las propias restricciones de la UCI las que limitan los adelantos en cuanto a peso, por ejemplo. Las bicicletas de ahora son ligerísimas y hay hasta que ponerles lastres para llegar a los 6,800 kilos reglamentarios. Y en aerodinámica es igual. Se habla mucho del motociclismo y me fijo en ocasiones que han dejado detalles, como cables al aire, que en el ciclismo están más que asimilados. En este aspecto estamos más adelantados.
También se enfrentan a recorridos cada vez más extremos.
Desde luego y no hay que irse tan lejos. ¿Se imagina en la época de Indurain subiendo porcentajes como los que hay ahora del 30%? Sólo hay que ver los desarrollos que se usaban entonces y los de ahora. Ahora para un Angliru se puede usar un 34x32 por los 42x35 que llevarían en aquella época. No hay más que acordarse de las imágenes de ciclistas clavados o que no podían subir en la primera ascensión que se hizo. Y en llano, lo mismo, llevas un plato de 53 y ves que eres incapaz de seguir el ritmo. Ya se montan 54 o 55, desarrollos propios de crono.
Lo que también ha llamado la atención es que en esta recta final de su carrera se iba mucho al suelo.
¡Porque hay muchas más caídas de las que había antes! Antes no se limaba tanto. Ahora estamos obligados a estar delante. Pero todos los equipos también luchan por la cabeza y se dan casos de 200 corredores intentando estar donde entran 12. Se ha notado mucho que ahora hay una tensión impensable hace años.
Algo que tampoco se hubiese imaginado es la aparición de un fraude tecnólogico como son los motores ocultos en las bicicletas.
Me cuesta creer que hayan existido en la élite. No digo que en aficionados, por ejemplo, se den ese tipo de trampas. ¿Pero en un Tour? Ni se me ha pasado por la cabeza.
Ha citado el Angliru, ¿es el puerto más duro que ha subido?
Quizá el Zoncolan. Pero en lo que se nota esa evolución es en lo que hablamos, en los porcentajes salvajes. Antes un 20% parecía sobrehumano.
La Vuelta ha apostado por esas rampas, entre otra novedades, y ha ido creciendo en estos años.
Sí, pero el recorrido, aunque ha tenido que ver, no ha influido tanto como la participación. Al final, el hecho de que los mejores hayan venido a la Vuelta a disputarla es determinante. Los tiempos en que venían diez días para preparar el Mundial han pasado. Se ha mejorado en muchos aspectos. Por ejemplo en la identidad. El Giro y el Tour la tienen muy marcada y a esta carrera le ha costado más. Pero faltan detalles como este (Alberto muestra una imagen de su sala de trofeos: los del Tour y el Giro son idénticos, los de la Vuelta son totalmente distintos cada año). Reflexioné el otro día sobre ello, porque los estaba colocando.
¿Cuando los mira piensa también en los rivales? ¿A cuál destacaría como más duro?
En la primera parte de mi trayectoria fue Andy Schleck. Coincidió quizá con mi mejor época. Hace poco nos encontramos y me habló de los problemas físicos que ha sufrido. Le operaron hasta diez veces de las rodillas. Creo que eso, más que la supuesta mala vida, fue lo que le retiró tan temprano. En la segunda mitad de mi carrera, Froome… junto con el Sky.
¿Esa matización es por la calidad de sus compañeros? Ya usted abogó por un límite salarial que iguale a los equipos.
Sí, y no quiero que se me malinterprete. El límite puede ser alto. No sólo el Sky maneja grandes presupuestos. Lo digo porque es difícil pedir patrocinio a una empresa y plantearle que, o pone 25 millones de euros (el Sky supera ampliamente los 30) o no tiene ninguna posibilidad en las grandes vueltas. Hay que tener cuidado, porque se pueden espantar. Y lo que necesitamos es que entren, porque una vez que dan el paso se dan cuenta de que el ciclismo es en este momento muy rentable.
Usted ahora lo vivirá desde el otro lado, con el equipo de su Fundación, el Polartec-Kometa que ha dado el salto a la categoría continental.
Sí, nuestro objetivo estará más enfocado a surtir al Trek-Segafredo, ya que vamos a funcionar como una especie de filial. Y, aunque de vez en cuando podamos sentirnos orgullosos de poder decir que gente de tanto futuro como Enric Mas (Quick Step) empezó con nosotros, hay que ser conscientes de que no todos van a llegar. Nuestra preocupación, sobre todo en la base, no es sólo preparar. También formar.