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LaLiga ya no manda en la Champions

Noche de Champions, noche de emociones. Y noche de miedo también, muy acorde con la fecha, para algunos. Particularmente para el Atlético, que vive bajo una nube negra. De Roma le llegaban noticias malas, porque allí le convenía una victoria del Chelsea y a eso se sumaba el mal juego propio en el Metropolitano. Flojo primer tiempo, con escasas llegadas, malogradas por la crónica mala puntería de Gameiro, que está gafado con el Atleti. Y para más terror, gol de Michel, que ya le hizo uno al Atlético con el Getafe. En el descanso ocurría lo impensable, que el Qarabag ganaba en el Metropolitano. La noche se presentaba tétrica.

Se arregló sólo a medias. O puede decirse que no se arregló, porque el empate deja al Atlético en el alambre. Eso sí: fue una segunda parte redimidora, bien es cierto que contra diez, por una maniobra imprudente de Pedro Henrique, gran jugador aunque un poco chorlito. Thomas marcó un golazo, el Atleti se volcó y ofreció un final épico, pero no llegó el segundo gol. No sé cómo ni por qué, pero no llegó. Las matemáticas aún dejan un resquicio, pero lo realista es mirar ya a la Europa League. Mal consuelo, viniendo de donde viene, pero al fin y al cabo fue por esa competición por la que salió del túnel, aquella final de Hamburgo ante el Fulham.

También empató el Barça. No es grave, claro que no, pero de repente no mandamos ya tanto en Europa. El Sevilla recibe hoy al Spartak corto de puntos y largo de lesiones, y el Madrid viaja a Wembley escocido por el empate en la ida. Y sin Varane ni todavía Bale, aquel del calambre. Sería de altísimo voltaje, porque ha pasado más de un mes. ¡Esas mentirijillas! Da miedo pensar que el primer diagnóstico con Varane ha sido parecido al de Bale, unas pequeñas molestias. Veremos si Zidane se atreve a poner a Vallejo, con Nacho a la derecha, o si le toca a éste ser central y a Achraf encargarse de Dele Alli. ¡Cómo echo de menos a Pepe!