El Nápoles no afloja: todavía no ha perdido y sigue líder
Los tantos de Allan, Callejón con un gol olímpico y Mertens castigaron al Sassuolo, que se queda a sólo dos puntos de los puestos de descenso.
El Nápoles volvió a apoderarse del primer puesto de la Serie A endosando un 3-1 al Sassuolo, que se presentó en un llenísimo San Paolo ordenado y agresivo, causando varios apuros al líder del Calcio. Los azzurri tuvieron un comienzo de partido muy complicado: los de Bucchi, con buen ritmo, se acercaron peligrosamente a la portería de Reina y hasta golpearon un larguero con un lanzamiento de falta desde la banda izquierda de Sensi. El mismo centrocampista italiano, sin embargo, le regaló el 1-0 a los partenopei: tras un choque en el límite del área que dejó tocado a Mertens, Sensi se durmió con el balón y el brasileño Allan se lo arrebató y batió a Consigli.
A partir de entonces los de Sarri se desataron y estuvieron varias veces cerca del 2-0 (una volea con la diestra del zurdo Ghoulam golpeó el palo), pero una distracción en el minuto 41 volvió a meter a los neroverdi en el partido. Politano concluyó un contragolpe con un centro perfecto para Falcinelli, que anticipó a Albiol y sorprendió a Reina con un imperioso cabezazo. Los napolitanos, no obstante, reaccionaron enseguida y Callejón firmó el 2-1 con una de las pocas maneras de marcar tantos que le faltaba: el gol olímpico. Antes del descanso, además, una gran intervención de Consigli le negó el 3-1 al exmadridista, que suma 69 goles de azzurro (ya siete en esta temporada).
En el comienzo de la reanudación el Nápoles pareció haber cerrado el asunto con otro gol desde un saque de esquina: Ghoulam centró para Albiol, que con la cabeza encontró en el área chica a Mertens, y el belga solo tuvo que acompañar el balón en la red. A pesar de los dos tantos de desventaja, el Sassuolo se mantuvo vivo y con ganas de remontar: en el 65', una falta de Chiriches sobre Falcinelli fue penalti para el colegiado Pairetto, que cambió su decisión tras haberse consultado con el VAR. En la jugada que nació del siguiente lanzamiento de falta, los de Bucchi volvieron a golpear un palo, esta vez con un cabezazo de Cassata. Tras el susto, los de Sarri lograron dormir al partido: la última emoción, en el tramo final, fue un gran zurdazo del recién entrado Zielinski, que se topó con ambos palos. Fue la décima victoria del conjunto sureño, que suma 31 puntos después de 11 jornadas, tres más que Juve y Lazio, cinco más que el Inter (mañana los nerazzurri visitarán al Verona). Con estos números, luchar por el scudetto, más que un sueño, para los napolitanos se está convirtiendo cada vez más en un objetivo real.
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