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Fuenlabrada: el premio gordo de la Copa

 Fuenlabrada es una localidad al sur de Madrid que hace cincuenta años no llegaba a los veinte mil habitantes y hoy pasa largamente de los doscientos mil. Modelo de ciudad de periferia de gran urbe, empezó con un desarrollo desordenado y especulativo pero poco a poco fue adoptando un urbanismo moderno y feliz: grandes avenidas, parques, estupendos servicios. Un buen sitio para vivir. El sorteo de Copa proporcionó al equipo local la alegría de emparejarle con el Madrid, lo que va a hacer que hoy la ciudad suene por toda España y que su estadio, que lleva el nombre de Fernando Torres, su hijo más famoso, aparezca en muchas pantallas.

Es bonito este tramo de la Copa en el que a algunos modestos les toca enfrentarse a un grande. El Barça y el Atlético les han caído esta vez a clubes que tienen un pasado grande, Murcia y Elche, así que no fue tanto bum. Más lo fue para el Formentera recibir anoche al Athletic, pero el impacto más feliz lo recibió el Fuenlabrada, que con lo de hoy cubrirá una cuarta parte de su presupuesto anual. Eso le permitirá mirar acaso algún refuerzo para enero, en busca del objetivo que se le ha metido en la cabeza al club: subir a Segunda. No es descabellado pensarlo. Va segundo en su grupo, y el año pasado ya asaltó, sin éxito, el ‘play off’ de ascenso.

Nos visitaron el otro día. Fue un placer ese almuerzo con gente tan ilusionada. Su presidente, un treintañero con nombre como de futbolista de moda (Jonathan Praena) es un emprendedor que lo mismo cría mejillones en Marruecos que eleva zonas comerciales en Fuenlabrada. Es un puro patriota de su ciudad. Ha reunido un estupendo grupo de colaboradores que destilan un serio optimismo. Aunque no descartan la posibilidad del ‘alcorconazo’, tanto menos posible ahora que el Madrid va avisado, saben que su objetivo es otro: el ascenso. Tras el Madrid tocará el Cerceda. Ésa es su verdad. Pero la fiesta de hoy no se la quita nadie ni la olvidarán nunca.