Ferrari perdió un Mundial hace 32 años por problemas con componentes externos
Un cambio en el proveedor de la turbina del motor provocó que Michele Alboreto abandonase en las últimas cinco carreras y perdiese el Mundial.
67 años de historia. Este es el tiempo que ha transcurrido desde que Ferrari debutase en la Fórmula 1 de la mano de Luigi Villoresi, Alberto Ascari y Raymond Sommer por las calles de Montecarlo con el Ferrari 125.
Tras varias temporadas de fuerte dominio de Mercedes, la Scuderia aprovechaba el cambio reglamentario para construir el SFH70, un coche que ha permitido liderar a Sebastian Vettel gran parte del Mundial gracias a sus cuatro victorias y diez podios en trece carreras. Hasta Italia.
La avería de Vettel en Suzuka podría afectar al resto del año
Desde la prueba de Monza, el balance de Vettel es catastrófico. Dos abandonos y un cuarto puesto registra el piloto alemán que le han hecho distanciarse en su batalla por el campeonato con Lewis Hamilton hasta los 59 puntos a falta de cuatro pruebas.
Especialmente desgarradores han sido los contratiempos experimentados en Malasia y Japón, donde componentes externos a la unidad de potencia han lastrado el rendimiento del tetracampeón. Una situación que la Scuderia ya experimentó hace 32 años y que les impidió también ganar el Mundial.
En el Mundial de Fórmula 1 1985, la lucha por el campeonato estuvo reservada solamente a dos pilotos hasta el Gran Premio de Italia. McLaren contra Ferrari. Alain Prost contra Michele Alboreto. Los británicos eran claramente más rápidos que los italianos, pero los problemas para adaptarse a los nuevos neumáticos Goodyear del MP4-2 habían permitido a Alboreto no distanciarse en exceso de Prost. Tres puntos separaban a ambos pilotos en la clasificación a su llegada a Monza.
Si algo había caracterizado las once pruebas celebradas hasta ese momento, era que las sospechas de un posible trato de favor de American Garrett hacia McLaren habían ido creciendo más y más entre los principales responsables de Maranello. Una desconfianza que finalmente desembocó en un cambio en el proveedor de turbinas a KKK antes de la duodécima prueba.