Las Lynx culminan la remontada y certifican su dinastía en la WNBA
Tras superar a las Sparks en el quinto y último partido, Minnesota iguala a las Comets como el equipo con más anillos: cuatro. Sylvia Fowles, MVP.
Desde el inicio de la segunda década del siglo XXI se ha establecido una norma no escrita en la WNBA que otorga el anillo de campeonas a las Lynx en año impar. Fiel a la tradición, el equipo de Minnesota derrotó a las Sparks (85-76) en el quinto y definitivo partido para sumar su cuarto título en los últimos siete años e igualar así a las Houston Comets como el equipo con más trofeos en la historia de la NBA femenina.
El guion en la batalla por el anillo había seguido exactamente los mismos derroteros que en la edición anterior, con las Sparks tomando la delantera y las Lynx igualando la serie en los encuentros pares. Pero este año Ogwumike no pudo repetir la canasta ganadora que desató el éxtasis de las angelinas en la celebración de su tercer entorchado. Doce meses después el desenlace fue bien distinto. Las linces sí lograron culminar la remontada y poner el mejor broche posible al curso 2017 festejando ante los 14.632 espectadores que abarrotaron el Williams Arena de la Universidad de Minnesota.
Un éxito cimentado en el dominio en la pintura de Sylvia Fowles. La pívot aportó 17 puntos, 20 rebotes (solo 9 menos que las Lynx en su conjunto), 4 asistencias, 3 tapones y 2 robos en un Game 5 en el que coronó con su segundo MVP de las Finales una campaña de ensueño en la que también conquistó su primera nominación como jugadora más valiosa del curso. Una noche redonda también para Rebekkah Brunson (13+8 y 3 robos) quien se convierte en la primera mujer de siempre en copar los cinco dedos de la mano con anillos de la WNBA.
Aunque sería injusto no hablar de Maya Moore (18+10). Fue ella quien abrochó el partido con un canastón a 26 segundos de la conclusión que acabó con la encomiable resistencia de unas Sparks que nunca bajaron los brazos pese a ver como Ogwumike había sido eliminada por personales a 6 minutos del final del último cuarto. Dos excelsos traps en media cancha dentro de los últimos 60 segundos hicieron soñar a las angelinas con el milagro... Hasta que la clase de Moore apareció para decidir. Como bien resumía Evan Turner en Twitter, "Maya Moore siempre tiene un momento a lo Michael Jordan".