Fuerte presión a Piqué: podría dejar concentración española
Además, se ha roto la relación entre Ramos y el central del Barcelona en España. Su actitud y sus declaraciones han terminado por provocar un ambiente irrespirable.
Piqué ha pasado en poco más de dos años de escuchar pitos en el estadio Reino de León por una gamberrada sobre Kevin Roldán a recibir insultos graves en Las Rozas por el referéndum ilegal en Cataluña. El jugador, por su parte, ha evolucionado de sus piques con Sergio Ramos a un enfrentamiento directo con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y, desde ayer, también con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que criticó en las redes sociales.
Con este caldo de cultivo, era de esperar la fuerte bronca a Piqué en el primer entrenamiento de España en Las Rozas. El central catalán recibió insultos (“Piqué, cabrón, España es tú nación”) y fue invitado a dejar la Selección con gritos de “fuera, fuera” cada vez que intervino en la práctica. Los espectadores congregados en el único entrenamiento programado en Madrid a puerta abierta, también avanzaron lo que le espera al defensa culé si comparece por fin el viernes en el Rico Pérez. Y además no sólo se manifestaron contra Piqué, también lanzaron vivas a la Guardia Civil (en las instalaciones de la RFEF había ayer ocho agentes de la Comandancia de Las Rozas), cantaron el “yo soy español” y entonaron el “¡Qué viva España!” que popularizó Manolo Escobar.
Los miembros de seguridad no se dejaron influenciar por los vítores. Creyeron oportuno, en contra de la libertad de expresión tan en boga estos días, retirar una pancarta en la que podía leerse “Piqué no quiero que te vayas. Quiero que te echen. Eres vomitivo”. En contraste, muchos gritos de apoyo a Isco y a Sergio Ramos, que ayer, en contra de su costumbre, no hizo declaraciones a sus llegada a la concentración por petición expresa de Julen Lopetegui.
Relación tensa.
El seleccionador se ha metido a bombero con la misma manguera con la que Del Bosque apagó el fuego de la Tormenta de Clásicos. Pero, pese a su buena voluntad y a su estrategia de comunicación, Lopetegui no consiguió frenar la hemorragia. La relación entre Piqué y Sergio Ramos se ha quebrado definitivamente. La reunión de este lunes fue muy tensa para el catalán, “que ya veremos si resiste la presión y no abandona la concentración”, dijo a este periódico uno de los intervinientes. “Ramos ya le avisó la semana pasada de que con sus tuits no ayudaba a apaciguar el ambiente y Piqué no sólo no ha hecho caso, sino que ha ido a más”.
Total, que en opinión de muchos, “aunque es un gran jugador, en este momento resta más que suma. Porque por su sola presencia, el ambiente en Alicante puede ser insoportable para la Selección. Y eso no es lo que conviene para ganar a Albania, algo determinante para estar en el Mundial de Rusia”, apuntan en la propia Federación. Con este panorama insisten en que “no es descartable una renuncia de Piqué antes del viernes”.
Antes del entrenamiento se sucedieron las reuniones entre los jugadores y también con el seleccionador, Julen Lopetegui, ya no sólo inquieto, sino seriamente preocupado por el cariz que van tomando los acontecimientos. El propio Piqué no ayudó a calmar los ánimos. Lo primero que hizo en la concentración, ya con la ropa de España puesta, fue criticar a Soraya Sáez de Santamaría. Piqué adjuntó en Twitter, en el que cuenta con más de 16 millones seguidores, una frase de la vicepresidenta del Gobierno sobre la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Cataluña el pasado domingo (“Actuaron con profesionalidad y de modo proporcional y proporcionado”) junto a unas imágenes de cargas policiales en Barcelona.