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NBA

Kyrie Irving no habló con LeBron: "¿Por que tenía que hacerlo?"

"No hay dinero que pueda comprar la felicidad", asegura en ESPN un Irving que aseguró estar "en éxtasis" por su llegada a Boston Celtics.

Kyrie Irving no habló con LeBron: "¿Por que tenía que hacerlo?"
Ken BlazeUSA Today Sports

Kyrie Irving es un tipo extraño. Y no sólo por su creencia en que la tierra es plana: casi siempre parco en palabras, reservado y hasta poco claro en sus explicaciones, muchos en la franquicia aseguraron que apenas habían llegado a conocerle cuando dejó Cleveland Cavaliers después de seis brillantes temporadas en las que ha sido cuatro veces all star, contribuyó de forma decisiva al primer anillo de la franquicia en toda su historia y finalmente, es obvio ya a estas alturas, se cansó de jugar y vivir bajo la inacabable sombra de LeBron James.

Por su carácter, muchos se sorprendieron al ver al base de origen australiano aparecer como estrella invitada en el programa First Take, de ESPN, donde habló de un verano en el que ha sacudido la NBA, primero con su petición de traspaso a los Cavs y después con su aterrizaje en el gran rival de estos en el Este, Boston Celtics.

Además, Irving avivó las llamas de su desencuentro con LeBron cuando se le preguntó si había hablado con el alero antes de pedir su salida de Cleveland. Su respuesta fue un “no” vago y con un tono que dio más que hablar que la propia contestación, rematada con un escueto y otra vez gélido “¿por qué tendría que haber hablado con él?”.

Parece obvio a estas alturas que en algún momento de la pasada temporada, la tercera en la que jugaron juntos (tres Finales, un anillo), la relación entre LeBron e Irving entró en una fase de deterioro de la que nunca se recuperó. Ser el referente total de su equipo y cambiar a un mercado más apetecible son las razones a las que más se ha acudido para explicar la salida de un Kyrie que aseguró ayer que estaba “absolutamente convencido” de que podía ganarlo todo lejos de Cleveland y de LeBron.

Siempre con su particular forma de explicarse, el base matizó que no se trataba tanto de ser el número 1 en un equipo sino de perfilar su legado como jugador: “Quiero ser lo que siempre me he visto siendo, un base completo en un gran equipo. Quiero salir de los bloqueos y diseccionar la defensa rival. No soy ese tipo de jugador que juega siempre uno contra uno, no es esa la forma de baloncesto que más valoro”, dijo (parece obvia la referencia a los roles que él y LeBron se distribuían en pista) antes de asegurar que estaba “en éxtasis” por llegar a un equipo como los Celtics y que estos movimientos no eran una cuestión de dinero (anuló el trade kicker de 5,8 millones que le correspondía en los Cavs) ni de mercados grandes o pequeños: “No se puede poner precio a la felicidad y a la verdad”.

Además, dejó claro que cree que su experiencia en Ohio a la hora de asumir cambios en un roster y acoplar equipos le será muy útil en unos Celtics muy renovados: “Solo hay cuatro jugadores del bloque al que me enfrenté en la final del Este. Este es un viaje totalmente nuevo, y así nos lo tenemos que tomar. Quiero dejar mi huella, poner algo de lo que he vivido cada día en un lugar con una cultura muy diferente, trasladarlo a otro entorno que ha sido completamente distinto en los últimos años”.