Zidane, ten cuidado: rotaciones sí, inventos no
La última jornada Zidane se pasó de frenada con las rotaciones. Aparte del estropicio de adelantar a Marcelo, quitarle al brasileño la sorpresa llegando desde atrás es cortarle las alas, compuso un centro del campo completamente nuevo. Decidió hacer debutar a Marcos Llorente acompañado de Kroos, Lucas Vázquez y el reconvertido lateral brasileño. Esa línea, que no había jugado antes nunca, no tenía rutinas de toque ni posesión y fueron incapaces de dominar el partido. Otra cosa era impensable, pues estaban fuera los tres que sostienen e imaginan todo el juego: Casemiro, Modric e Isco. Es normal que Zidane quiera utilizar todos y dosificar a la plantilla, pero para ello no hace falta desnaturalizar el medio campo porque corres el riesgo de desconectar la máquina. Si pones a uno de los no habituales, tienes que rodearlo con alguno de los “patrones” para que les arrope y les guíe. Cualquiera que sale a jugar con Modric, juega mucho mejor.
Y si no está Modric, que al menos esté Casemiro para multiplicarse. Y si no pones a los anteriores, tira al menos del jugador que más confianza y talento tiene ahora mismo, Isco. Rotar es cambiar alguna pieza, no el motor entero, porque te puedes cargar el chasis.