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LA PIZARRA TÁCTICA

La referencia de Cristiano y Bale en el 4-4-2

Reaparece el portugués en medio del debate por la falta de un nueve y en plena convalecencia futbolística de Bale.

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El antídoto. Regresa al Bernabéu la Champions, la competición mejor vinculada a la leyenda blanca, con un Madrid desfigurado por los dos empates seguidos en Liga y rebajado por su pelea con el gol, aunque con Cristiano en el frente. Reaparece el portugués en medio del debate por la falta de un nueve y en plena convalecencia futbolística de Bale.

Nueva dupla. Nunca han jugado Cristiano y Bale juntos de inicio como referencias en el 4-4-2 de Zidane (o 4-1-2-1-2), que se impuso con naturalidad al término del curso pasado. Permutarán sus posiciones para confundir a la zaga chipriota en las marcas.

Amplitud y área. La posición replegada del APOEL dejará limitados huecos a la espalda de su defensa y reducirá las opciones de correr a campo abierto de Cristiano y Bale. El área debe definirse como la zona de influencia del ‘7’, que combinará su presencia en los metros finales con caídas a banda izquierda. El galés se enfocará hacia los costados sin perder de vista el carril central.

Uno para el otro. Se exige sincronía en los movimientos de ambos para no estorbarse mutuamente. Compartirán el área en los ataques sostenidos por las bandas con Carvajal y Marcelo ante un APOEL atornillado en terreno propio, pero tendrán que capacitar espacios para el otro. El remate será asunto de Cristiano. Los tres goles en 40 disparos ante Valencia y Levante reclaman su eficacia.

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Arquitecto. El Madrid también añoró a Modric el sábado. El equipo de Zidane practicó un fútbol orgánico, carente de desborde e impreciso (138 balones perdidos). Se acostará esta noche sobre el croata, ideólogo blanco y necesario ante el centrocampista más (Farías) que introducirá el APOEL.

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Organizado. Promotor del fútbol chipriota, el APOEL se presenta con un esqueleto reconocible afianzado en su firmeza defensiva. El conjunto de Donis no se expondrá y aguardará a las escasas oportunidades de que disponga.

La agudeza de Isco. Aporreará la puerta del ataque con la voluntad de desorientar al disciplinado trivote chipriota (Morais, Vinicius y Farías) y agrietar las líneas cohesionadas del adversario. Tiene que dar viveza en la circulación y someter el partido a su clarividencia. Un encuentro para que comparezca su finura en la mediapunta y sirva de enlace de Cristiano y Bale en los metros finales.

Vuelo en las alas. Como ficticios extremos progresarán Carvajal y Marcelo por las bandas. Su aportación no se sintetizará en llegar a línea de fondo y ejercitar el centro o el pase decisivo, también se adjudicarán la responsabilidad de acabar algunas jugadas que nazcan en el margen contrario. Atacarán el lado débil. Susceptible baja de Milanov en el lateral derecho del conjunto chipriota.

El ataque rival. La guía ofensiva del APOEL no recoge variantes de altura. Se apoyará en De Camargo, jugador que se maneja bien de espaldas y ofrece un desahogo a sus compañeros. Buscará sacar beneficio de las incorporaciones de Carvajal y Marcelo y embestir por la periferia. Fue la fórmula del éxito que utilizó ante el Athletic en la pasada Europa League.

Peligro chipriota. No contemporizará el APOEL cuando vea al Madrid mal parado y activará los contraataques sin demora. Trascendencia de Sallai y Aloneftis en las transiciones. Varane, Ramos y Casemiro han de gestionar este posible escenario.

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