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Un gol para cinco millones de exiliados

Héroes en medio de una guerra. Imaginen que toda la población de Madrid y Barcelona tiene que abandonar el país por un conflicto armado. Es la cantidad de sirios que huido de su casa. Cinco millones de personas, centenares de miles han corrido peor suerte y lo han pagado con la vida. Supongo que, a pesar de todo, la Guerra en Siria nos pilla demasiado lejos pero se trata de la mayor crisis humanitaria desde la II Guerra Mundial. Europa le ha dado la espalda cuando les prometió la mano. Pero incluso en las situaciones más trágicas, el futbol sirve como altavoz, la selección de Siria se ha convertido esta semana en el orgullo nacional, un gol en el 93' en Irán les da la repesca para el Mundial de Rusia, defenderán la bandera de un país al que muchos de ellos no podrán volver jamás. Llevan más de siete años jugando los partidos en el exilio. Un gol que significa mucho más que el mejor de los títulos.

Y de repente el relevo. Es recurrente el debate de quién es el mejor jugador de baloncesto europeo de siempre: Petrovic, Nowitzky, Sabonis, Gallis, Kukoc... y por supuesto Pau Gasol, el mejor anotador de los Euros. Tengo la imagen muy clavada de la famosa Copa Del Rey de 2001 en Málaga. Lo sabe bien Scariolo, entonces entrenador del Madrid, aquel crío de 20 años le quitó por el morro el título. Hoy tiene 37, tienes anillos, medallas olímpicas, mundiales y continentales, sigue de cine. Creo que irrepetible, pero también pensé que después de Pau y Navarro venía Marc ya con 32 y después la nada, la travesía por el desierto. Me equivoqué una vez más, en los Hernangómez veo el relevo, y mucho más que digno. Juancho y Willy, 21 y 23, jugadores que serán ya importantes en Nuggets y Knicks, y que juegan con la selección como si llevaran una vida. Mañana comienza la batalla por el Oro. Se puede ahora y se podrá en el futuro.

Una buena costumbre. Me agrada que la previa del derbi catalán vuelva a tener el posado de entrenadores con sus camisetas. Si queremos normalidad en la grada, aportemos. Fue penoso que Luis Enrique lo rechazara y que Quique “tirara” de literatura para devolver el golpe. Los clubes por encima de los intereses personales. Un poco de clase, por favor.