Se avecina batalla en Los Machucos
La contrarreloj de Navarra se desarrolló dentro de lo previsto. Froome, Nibali, Contador, Zakarin, Kelderman y hasta López estuvieron en su sitio. Dentro de sus posibilidades. Es cierto que se esperaban diferencias mayores. Que Froome finiquitase la carrera no era una quimera. Pero en el ciclismo intervienen muchos factores más allá de las capacidades de cada corredor, y hoy el aire tuvo un papel crucial a la hora de que las diferencias en meta no fueran mayores. Aún así el británico está muy cerca de ganar su primera Vuelta. No hay síntomas de flaqueza en él. Cualquiera diría que no viene de correr el Tour, porque se mantiene muy sólido a pesar del esfuerzo realizado.
El miércoles, en Los Machucos, tendrá uno de los últimos exámenes de esta Vuelta. Se avecina batalla en un puerto corto y explosivo, que hará sufrir a todos. Por eso es difícil que las diferencias que se hagan, si se hacen, sean muy grandes. También porque se acerca el final y cada uno va a hacer la guerra por su cuenta. Cabe la posibilidad que ante ataques de Nibali o Contador, que lo probarán, sean Zakarin o Kelderman quienes salgan a tapar huecos y le hagan el trabajo sucio al de Nairobi. Pero aún así tienen que intentarlo. Es la última oportunidad antes del Angliru, el coloso asturiano que terminará de decidir esta edición.