Muriel juega 27' en la victoria 1 - 0 del Sevilla al Getafe

Ya saben Bordalás y el Getafe lo que es la Primera División. Lo llaman detalles, pero suele ser calidad. Los azulones fueron mejores, propusieron más y estuvieron más cerca de la victoria todo el partido hasta que Ganso en una acción aislada, pero magistral, marcó y dio los tres puntos a un Sevilla decepcionante.

Sería exagerado llamarlo monólogo, pero la superioridad del Getafe en el primer tiempo fue manifiesta. Con una intensidad brutal y una buena presión, los de Bordalás asfixiaron al Sevilla, más talentoso, pero menos agresivo. No había dominador al uso, un poseedor, un controlador del juego. Lo que había era un equipo con ansia y otro que lo fiaba todo a su calidad. Por eso todas las ocasiones de ese periodo fueron en la misma portería, dos de ellas clarísimas con los mismos protagonistas. En la primera, al cuarto de hora, Amath finalizó sin ninguna finura un pase de Molina. En la segunda fue el senegalés el que puso un buen balón a Jorge Molina que sí remató con clase, pero entre Rico y Kajer evitaron el gol.

Si los hispalenses quieren agarrarse al resultado y buscar excusas a su mal partido, es cierto que las bajas mermaron su creación en el medio. Como querrán ser más analíticos y exigentes, habrá que convenir que casi nadie estuvo a un buen nivel. Los más claros ejemplos Navas y Nolito, ni la sombra de lo que conocimos de ellos. Sin embargo el guion del segundo tiempo fue muy diferente y aceptado por ambos. Más balón para el Sevilla, repliegue y velocidad para el Getafe. Mucho más rodados los de Berizzo, empezaron poco a poco a inclinar el campo hacia su ataque.

Ocasiones no habían tenido ninguna, bastó con una. Ganso, que apenas había intervenido se inventó un remate cruzado a un pase lateral y dejó mudo al Coliseum. Aún Molina tuvo otra oportunidad clarísima para empatar y se volvió a encontrar con Rico. Con muy poco el Sevilla se llevó tres puntos y dejó helado a un Getafe que hizo muchos más méritos, pero le falta gol.