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VUELTA A ESPAÑA 2017

Mohoric gana etapa accidentada, Esteban Chaves sigue segundo

El esloveno, campeón del mundo juvenil y sub-23, remató la fuga con un ataque en el Alto del Castillo. Una moto tiró a Reis (Caja Rural).

Matej Mohoric celebra su victoria en Cuenca.
Matej Mohoric celebra su victoria en Cuenca.Photogomez Sport
ASTV

Matej Mohoric cruzó vencedor la meta de Cuenca. Igual que hizo en Valkenburg cuando se proclamó campeón mundial juvenil en 2012, o un año después cuando logró el mismo título en Florencia ya en categoría sub-23. El esloveno todavía está en esas edades, cumplirá 23 años en octubre, pero como tiene tanta clase y es un alumno aventajado, ya ha podido inscribir su nombre en una grande, la Vuelta a España, con un efectivo ataque en el Alto del Castillo. Pawel Poljanski fue segundo por segundo día consecutivo. Y José Joaquín Rojas, tercero. Movistar tira otra vez al poste. El grupo principal llegó muy roto, pero con los favoritos integrados. Las batallas quedaron aplazadas para el Xorret de Catí (sábado) y la Cumbre del Sol (domingo).

Una de las expresiones que más detestan los ciclistas es la de “etapa de transición”, muchas veces utilizada para describir aquellas jornadas intermedias entre grandes batallas de montaña. La detestan porque en días como esos suelen toparse con vientos endemoniados, carreteras deterioradas o glorietas traicioneras. Hay días de calma, claro, pero un pelotón no sabe con qué puede toparse a la vuelta de una curva. O incluso antes del kilómetro cero.

Este viernes era uno de esos presuntos días tranquilos, apropiado para la formación de una escapada, que efectivamente se hizo con 14 corredores. El Alto del Castillo de Cuenca, a 12 kilómetros de la meta, brotaba en el perfil como el punto caliente para el desenlace de la etapa o para un tanteo entre gallos. O para ambas cosas. No se esperaba mucho más, pero no hay transiciones en el ciclismo. Ya en la neutralizada (¿puede haber un momento más sosegado que la neutralizada?) hubo una caída que mandó a casa a Van Genechten, ganador el año pasado en Puebla de Sanabria, y al coche médico a Rui Costa.

Las caídas no distinguen unas etapas de otras. Ni tampoco separa a peones de reyes. Hay ciclistas de dulce que tienen que hacer las maletas por un mal accidente. Fue el caso del eritreo Merhawi Kudus, segundo en la primera llegada en alto, en la Ermita de Santa Lucía, que se vio involucrado en una caída a 93 kilómetros del final. Su tobillo sangraba demasiado y el doctor optó por enviarle al hospital. También abandonó Warbasse, el campeón de Estados Unidos.

Ya por la mañana, Carlos Betancurt no había tomado la salida, como había anunciado el día anterior. Tiene un tobillo roto y múltiples cortes en la cara, lo que no le impidió acabar la etapa en Sagunto. Están hechos de otra pasta, ya saben. El colombiano, quinto en el Giro de 2013 y ganador de la París-Niza en 2014, había visto frenada su progresión por su mal estado físico… O, más bien, por su abandono físico. Fuera de peso, en los últimos años exhibía más una imagen de exciclista que de profesional. Por fin había salido de ese pozo, por fin se veía otra vez con los grandes, en un descenso con Contador y con Froome. Y justo ahí se fue al suelo.

Los caídos marcaron el trayecto hacia Cuenca, aderezado con unos amagos de abanicos en las cercanías. Nada de dormirse. La subida no defraudó. Belleza y gentío. Y de repente, uno de los fugados rodó por la calzada: Rafael Reis (Caja Rural). La repetición de la tele mostraba la causa: una moto de carrera le adelantaba muy cerca, el portugués cambió de dirección y chocó contra ella. Otra vez las motos. Un problema que afecta ya demasiadas veces al ciclismo. En plena etapa, Reis había visitado el coche médico para pedir un protector solar. Contra las motos no se encuentra ningún antídoto.