Mayweather y McGregor: calma antes de la tempestad del sábado

Sorpresa en Las Vegas. Muchos aficionados esperan esa frase el sábado, ansiando una victoria de Conor McGregor, pero la expresión se adelantó unos días. Este miércoles Mayweather y McGregor tuvieron la rueda de prensa previa a su combate. En la retina de todos estaban los cuatro intensos careos de su gira mundial de presentación. La línea a seguir era la misma, o eso pensábamos todos. Money y Notorious sorprendieron a todos con un todo de gran cordialidad... se reservan para el sábado.

Todo era muy diferente a sus encuentros anteriores. El auditorio estaba lleno de periodistas, no había fans. No había show. Los dos se calcaron el estilismo: Traje inmaculado y gafas de sol. No hubo entradas espectaculares y los dos tomaron la palabra. "Me he preparado muy duro, soy el jefe. Tengo las habilidades para derrotarlo. Estoy a otro nivel", apuntó sin titubeos McGregor. Hubo tiempo para provocaciones, pero no coparon su discurso. 

Mayweather tampoco lo hizo. Tomó un tono sorprendente, no gritó y alabó la carrera de su rival. "Va a ser sangre sudor y lágrimas. No hay que subestimar a Conor. Puedo luchar, puedo dar o puedo recibir", replicó el estadounidense en un discurso que superó los cinco minutos. Aunque no hubo tiempo para los insultos y provocaciones. Descafeinados ambos. Contestaron a las preguntas de los periodistas y se pusieron frente a frente.

Nada que ver con los cuatro anteriores. Ambos saben controlar los tempos, en ese evento no era el momento. Sin pena ni gloria se marcharon ambos en una conferencia que no sería recordada si no llega a ser por Maurico Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, en inglés), que anunció una noticia que muchos aficionados ansiaban: habrá cinturón en juego, el del dinero. Un aliciente más.