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ATLETISMO | MUNDIALES DE LONDRES

Usain Bolt se despidió de Londres a ritmo de reggae

Lesionado en 4x100, dio una vuelta de honor al cierre de los Mundiales: “Me iré de fiesta, a tomar algo, han sido unos días demasiado estresantes”.

Usain Bolt se despidió de Londres a ritmo de reggae
PHIL NOBLEREUTERS

La música que le va a Usain Bolt es el reggae. Tranquila, pero que a la vez da ganas de moverse con buen ­feeling. Estilo Jamaica. Por eso, el impecable DJ del Estadio Olímpico pinchó Reggae Night de Jimmy Cliff y Jamming de Bob Marley para despedir al Relámpago. Buen rollo. Usain, la eterna sonrisa, no se podía ir entre sombras y una lesión. Tenía que marcharse con una fiesta, que comenzó cuando acabaron todas las pruebas. No se movió nadie. Era el momento final de Bolt y la gente bailaba los temazos mientras Usain decía adiós con calma. Puro reggae. Puro Bolt. Con un Relámpago en la meta.

Con 14 medallas en Mundiales, los imposibles récords planetarios de 100 (9.58) y 200 (19.19) y el shock universal de su tirón en el isquio izquierdo todavía fresco, Bolt, de 30 años, acabó su pausada, triunfal y justa vuelta. “Muchísimas gracias a mis fans, he sentido un calor inmenso todos estos años y en estos días difíciles”, decía Bolt a pie de pista. Ovación cerrada.

Llegó a la sala de prensa. Pregunta: “¿Viendo cómo le han ido estos Mundiales, en los que fue bronce en 100 y se fastidió en relevos, cree que se habría tenido que retirar después de los Juegos de Río?”. Respuesta: “Siguiente pregunta, no me machaques, por favor. Correr el relevo era un deber. Un amigo me dijo que Muhammad Ali también se retiró tras una derrota”. Bolt prefería hablar de lo que iba a hacer por la noche: “Me iré de fiesta, a tomar algo, han sido unos Mundiales demasiado estresantes”.

Bolt pensó que llegaría en forma como siempre, nunca había fallado, pero la muerte de su amigo Germaine Mason en mayo que le tuvo tres semanas sin entrenarse, la edad, su longevidad deportiva... determinaron que Bolt ya no estaba para reinar. “Es la vida, pero seguirá siendo siempre el mejor para nosotros”, relatan los entusiastas periodistas y aficionados jamaicanos.
Si había alguna duda de si este Campeonato le haría volver, Bolt la solventó. “No tengo planes de correr más en este 2017, ni de volver al deporte”, contaba el Relámpago, que fue preguntado sobre si quería ser futbolista: “No lo sé, me gustaría probar”.

Bolt si dijo que en el futuro le gustaría estar vinculado al atletismo: “Ya le he dicho en muchas ocasiones a Sebastian Coe que estaré ahí para lo que necesite”. ¿Y ser comentarista? “No, eso no, no sería capaz de estar cuatro horas sentado en una silla”. El prefiere seguir sonriendo, bailar a ritmo de ­reggae, la música de la que Bob Marley es la gran insignia. De Jamaica como Bolt, que para muchos ya ha superado a Marley en el listado de héroes del país. De Londres se va tocado, pero el Relámpago es leyenda.