ATLETISMO | MUNDIALES DE LONDRES
Usain Bolt dice adiós al atletismo con una lesión en el 4x100
En la final, que ganó Gran Bretaña por delante de EE UU y Japón, el mito recogió el testigo en la última posta y no pudo continuar tras lesionarse en los primeros metros.
Shock colectivo en Stratford. Todo el estadio olímpico de Londres estaba en pie a las 22:55 con inquietud. Los 66.000 espectadores iban a vivir el momento que cambiaría el devenir del atletismo inevitablemente. La consigna “¡Usain Bolt, Usain Bolt, Usain Bolt!” se escuchaba por útlima vez. Era la final de 4x100, corría Jamaica, llegaba la última carrera del Relámpago Bolt, el atleta más importante del siglo XXI, el show más allá de los resultados, que son tremendos. Pero este Mundial, el de las sorpresas inesperadas, dio el guantazo insuperable: Bolt se rompió en la última recta de su vida.
Bolt, un tipo generoso, decidió despedirse en una prueba colectiva, con sus amigos de Jamaica. Con la apuesta sorpresa de Omar Mcleod, con su compañero de entrenamientos Yohan Blake y Julian Forte, Bolt recibía lejos de Coleman, úitimo relevista de EE UU. El sobreesfuerzo, estar frío, la edad, una maldición... quién sabe.
La realidad es que Bolt salía como un obús a reventar y cuando faltaban 80 metros su isquiotibial izquierdo estalló. Intentó seguir, pero la pedrada que recibe el sistema nervioso con esa lesión es tremendo. No te permite mantenerte en pie y Bolt, en su último intento de sonreír al mundo, dio un mortal hacia adelante para seguir avanzando. Para yo no hacía gracia. Era un drama. No pudo ni llegar a meta.
Para más sorpresa y para fiestón de los británicos que andaban desconsolados por la derrota de Mo Farah, Gran Bretaña llegó al oro por delante de Estados Unidos. El público se olvidaba de Usain Bolt que se marchaba sin show, sin nada, únicamente con el intento de animar de Blake, McLeod y Forte. Pero lo que sucedió era para llorar desconsoladamente durante días, años... Demasiado duro.