Stefanidi, un ejemplo a seguir
Una de las mejores cosas que tiene el atletismo es que, desde competiciones de categorías de promoción hasta en los grandes campeonatos, compiten al mismo tiempo hombres y mujeres, compartiendo escenario, público y medios de comunicación. Eso es excelente, en aras de la equidad necesaria en el deporte entre ambos sexos. Ayer, por ejemplo, fue un día de claro protagonismo femenino en el Estadio Olímpico de Londres: Stefanidi, Thiam y la impresionante final de 100 metros con cinco mujeres por debajo de 11 segundos. Casi ochenta mil personas disfrutando con las grandes estrellas del atletismo femenino hasta la última prueba. Y eso demuestra que hay atletismo más allá del gran Usain Bolt y que el deporte femenino también es un gran espectáculo.
Me encantó la griega Stefanidi. Me cuentan mis colegas griegos, que Ekaterini es la máxima representación de los valores del deporte. Y además es otra clara muestra de saber combinar deporte de alto nivel con estudios, pues es graduada en Biología Humana por la Universidad de Stanford y tiene un máster en Psicología cognitiva por la Universidad de Phoenix. Ayer Stefanidi protagonizó otra vez un gran duelo con la coleccionista de serpientes, Sandi Morris, como en los Juegos de Río. La griega sigue imbatida este año, en 8 competiciones. En el Estadio sonó el Sirtaki para celebrar su último intento sobre 5,02 m, una altura que pronostico que algún día franqueará. Y curiosamente, esta mujer que vuela por los aires como ninguna otra pertiguista, asegura tener pánico a las alturas.