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MLS - REAL MADRID

Franquicias, límite salarial, All-Star Game... Así es la MLS

El Madrid se enfrenta al combinado de la liga estadounidense en el Partido de las Estrellas. Repasamos la evolución de la MLS y sus perspectivas de futuro.

Giovinco, estrella de Toronto, es uno de los jugadores franquicia más reconocidos de la MLS.
USA Today Sports

El Madrid se mide en la próxima madrugada con un combinado de los mejores jugadores de la Major Soccer League (MLS), una liga que en los últimos años está intentando dar el empujón definitivo para competir de tú a tú con los campeonatos europeos. Ha tardado en romper el cascarón, pero ahora disfruta del 'momentum' dentro de un ambiente deportivo como el americano, saturado por otros deportes más tradicionales para el estadounidense medio: béisbol, hockey, fútbol americano, la NBA… La MLS nació en 1993 como contrapartida a la concesión del Mundial del 94 a Estados Unidos y su primera edición se disputó en 1996, con sólo 10 franquicias. Este año ya cuenta con 22, tras la reciente llegada del Atlanta United (entrenado por el Tata Martino) y Minesotta United. En 2018 se unirá seguro el LAFC de Los Ángeles y, tal vez, el Miami United, con David Beckham a la cabeza del proyecto.

El objetivo es que en 2022 se llegue a 28 franquicias, con 12 ciudades peleando por las cuatro plazas restantes. El fútbol (conocido como soccer en Estados Unidos para distinguirlo del american football) empieza a percibirse como una oportunidad, algo que refrenda la asistencia a los estadios: en 2016 la MLS subió al sexto puesto de la lista de ligas más seguidas en directo, con una asistencia a los estadios media de 21.692 espectadores, por encima de la Serie A italiana o la Ligue 1 francesa. La batalla de las audiencias (dominadas con puño de hierro por la NFL) ya es otra historia. Un promedio encomiable, considerando que el mayor estadio de la liga es el Bobby Dodd Stadium de Atlanta (55.000 espectadores) y que la media de aforo de los campos de la MLS es de unos 25.500 asientos.

En muchos aspectos, la MLS copia el modelo organizativo del resto de deportes americanos: funciona por franquicias, los equipos se distribuyen en conferencias (Este y Oeste), se disputa primero la temporada regular y luego los play-offs (los últimos fueron para los Seattle Sounders, vigentes campeones) y existe un tope salarial (3.875.000 dólares en 2017). Aunque la conocida como Ley Beckham (nombrada así por haber hecho posible la llegada del inglés a Los Ángeles Galaxy en 2007) permite tener a tres Jugadores Franquicia que no computan para el límite salarial; esta salvedad es la que ha posibilitado la llegada (con grandes fichas) de jugadores como Kaká, Pirlo, Villa, Giovinco… Aunque el límite también provoca que los salarios del resto de jugadores no sean muy altos: aproximadamente unos 150.000 dólares de media. Kaká, por ejemplo, percibe 7,17 millones de dólares, el 53’1% de los 13,5 millones que Orlando City invierte en sueldos.

Algunos jugadores, como Pirlo, se han mostrado contrarios a este tope salarial, considerándolo un impedimento para el crecimiento del campeonato y para la captación de grandes jugadores. El plan del comisionado de la MLS, Don Garby, es conseguir una evolución en la liga: pasar de torneo al que los jugadores de primer nivel van a retirarse a liga de interés para futbolistas en sus mejores años. Algunos casos, como los de Giovinco, el paraguayo Almirón o Giovani dos Santos refuerzan esta teoría, aunque el tope salarial es un escollo importante para llamar la atención del jugador europeo. La táctica de la MLS pasa por la captación y formación de jugadores jóvenes y por el fichaje de técnicos del fútbol europeo para trasladar sus métodos: Gerardo Martino (Atlanta), Paunovic (Chicago Fire) o Pat Vieira (NY City) son los principales exponentes de esta dinámica. No está en los planes de la MLS firmar futbolistas de Europa a golpe de talonario, a tenor de las cifras que se manejan: el traspaso de Dom Dwyer desde el Sporting Kansas City al Orlandy City, por 1,6 millones de dólares (1,35 millones de euros) es el más caro de la historia del campeonato.

Aunque no sólo captan entrenadores y jugadores; incluso árbitros, como el inglés Howard Webb, veterano de la Premier League y que pitó la final del Mundial de Sudáfrica 2010 entre España y Holanda. Webb es el encargado de la implementación del Video-Arbitraje (VAR) en la MLS, que será real esta temporada. También como en el resto de deportes americanos, la MLS cuenta con su Partido de las Estrellas: el All-Star 2017 reúne a los mejores jugadores de la liga, elegidos por los aficionados, para componer el once titular (uno de los puestos, el de Giovinco, se ocupó con un concurso en el videojuego FIFA 17). Los otros 13 jugadores hasta el total de 24 de la convocatoria han sido elegidos por Paunovic (como entrenador de la franquicia de Chicago, ha sido designado técnico del All-Star que se jugará en el Soldier Field, casa de los Chicago Bears) y el comisionado de la liga, Don Garber: el serbio añadió once nombres (entre ellos, Gio dos Santos) y Garber, dos más.

El All-Star Match viene jugándose desde 1996 (empezó a lo NBA: Este-Oeste), aunque desde 2005 siempre es contra un rival europeo: pasaron por el Partido de las Estrellas de la MLS Fulham, Chelsea, Everton, Manchester United, Roma, Bayern… y ahora, el Real Madrid, en plena pretemporada y en el que será su último choque antes de la Supercopa de Europa contra el United, el 8 de agosto en Skopje (Macedonia). Pese a la teórica inferioridad del balompié americano respecto del que se juega en el Viejo Continente, la MLS se ha defendido bastante bien en estos partidos: ha ganado siete de las 12 ediciones.