El Sevilla tumba al Arsenal que no tuvo a David Ospina
Los ingleses se quedan con la Emirates Cup pese a las dos victorias de los jugadores de Berizzo. El francés y Correa anotaron goles de altura.
El Sevilla de Berizzo comienza a tomar forma. El conjunto sevillista se impuso por 1-2 al Arsenal y dio la talla esperada ante equipos de altura en esta Emirates Cup que queda en manos del equipo británico pese a los dos triunfos nervionenses (priorizaba de forma ilógica el apartado goleador). Los brillantes tantos de Correa y Nzonzi posibilitaron una victoria de prestigio en un escenario de lujo. Lacazette puso su firma, pero el cuadro sevillista fue más efectivo y demostró que su nivel va a más en esta pretemporada a pesar de las necesidades que aún aborda en el mercado.
Primer tiempo de alternativas en el Emirates. Mandó más con el balón el Arsenal gracias a la buena capacidad de asociación de sus medios, pero fueron los nervionenses los que avisaron primero: una genial conducción de Banega posibilita un pase mágico al espacio para Ben Yedder, que cruza ante Cech y se topa con el poste. Pocos minutos después tuvo su respuesta el cuadro londinense con una carrera de fuerzas de Oxlade-Chamberlain que centró para que Bellerín, prácticamente solo, rematara demasiado alto. Sigue afinando detalles Berizzo y eso se nota: el equipo echa en falta cierta verticalidad en los extremos. Tanto Correa como Nolito no encontraron profundidad por fuera, algo que dificulta la obtención de espacios. Ben Yedder, mientras, encuentra desmarques perfectos cuando Banega o Nolito conducen por el carril central.
Más problemas atraviesa el Sevilla atrás. Wellbeck hizo mucho daño a Carriço en cada carrera hacia el área y Mercado también sufre cuando los espacios toman protagonismo. Si a Nolito aún le falta ritmo, las ganas le sobran: se ofrece, se asocia, fabrica e incluso se atreve con disparos lejanos. Uno de ellos casi desequilibra la balanza y poco después se quedó a centímetros de asistir a Ben Yedder tras un gran pase largo de Pareja. El descanso dejaba buenas sensaciones en un Sevilla intenso y veloz en sus contragolpes.
Tras la reanudación, no tardó el Sevilla en golpear. Krohn-Dehli, Ben Yedder y Correa protagonizaron una triangulación brillante que culminó el argentino con una sutil definición. Se encontró cómodo el equipo de Berizzo a partir de entonces, aunque a falta de media hora encontraría la respuesta del Arsenal. Berizzo sacó a Escudero y probó a Lenglet en el carril zurdo, posición aún por reforzar. No lo desaprovechó Oxlade-Chamberlain, que al instante desbordó por esa banda y asistió a la perfección para que Lacazette pusiera las tablas.
Llegó el momento de Ganso. El brasileño entró en escena y nada más hacerlo estuvo a un paso de dejar solo a Correa con una genialidad. Minutos más tarde, otro detalle de inteligencia de Ganso posibilitó que el balón le llegara a Nzonzi, que golpeó con la zurda y encontró la escuadra de Cech para adelantar a los sevillistas. El francés no estaba desaparecido: cuajó minutos de brillantez como pivote y demostró con su golazo que su rendimiento no está en entredicho pese a los numerosos rumores de una posible salida. Sonríe el francés. Y lo hace también Berizzo, que sigue ajustando más la maquinaria sevillista.
