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La ley de la NBA saca a Mirotic de la España de Pau Gasol

Pau Gasol, con Juan Carlos Navarro a su lado otra vez, ejerce de hilo comunicante de esta extraordinaria era de la Selección, que estará entre la favoritas mientras esté él: tres oros europeos en los últimos cuatro campeonatos: faltó el de 2013 (fue bronce), en el que no estuvo Pau. Con su exhibición para la historia en Francia, hace dos años y en territorio enemigo, España recordó que siempre es el rival a batir en el continente con él, el jugador que da forma a un equipo que ha sido en la última década lo que antes eran yugoslavos y soviéticos: la vara de medir. El mejor.

La Selección es reconocible verano tras verano. Un equipo. Pero uno al que se le ha caído casi la mitad de la plantilla de Río 2016. Felipe, Rudy, Calderón, Claver y ahora Mirotic. Tampoco estará por lesión Pau Ribas, el relevo de Rudy, y entrarán, al menos ahora apunta a eso, Oriola y Sastre. Pero está Pau Gasol, que hace que España sea España: temible, favorita. Un equipo. Da la sensación de que la idea y la aspiración se transforma menos con cinco o seis cambios pero con él que con el bloque intacto pero sin el mejor jugador de nuestra historia.

Pero la inesperada ausencia de Mirotic rasca en ese problema que tiene el baloncesto de selecciones, donde se asumen renuncias con una naturalidad que en otros deportes (imaginemos el fútbol) derivarían en cuestión de estado. Donde la NBA se rige por sus propias normas y se mueve a un nivel distinto al de la FIBA, en paralelo y en muchas cosas, en todas las que considera importantes, por encima.

Mirotic, en 2017, tendría que ser puente entre lo que ha sido y todavía es (Pau, Navarro) y lo que debería ser ya (él, Marc Gasol, Llull, Abrines…). Y es pedigrí NBA, precisamente el problema que le ha estallado en las manos porque después de tres años los Bulls todavía no saben si va o si viene. Demasiado irregular y con altibajos serios de confianza, en Chicago fuerzan la mano porque no ha tenido otras ofertas en firme y le han conducido (la NBA: en paralelo, por encima) a un verano sin Selección y veremos si a un contrato más bajo de lo que esperaba firmar en abril. Además, su renuncia golpea también en la cuestión del jugador nacionalizado en el que era el tercer verano con él elegido por delante de Serge Ibaka, imposible de reclutar a última hora. Mirotic con la Selección es talento, puntos y la promesa de mucho más. Pero no estará. Sí lo harán, eso sí, Llull, Sergio, Marc, Ricky… y Pau. Siempre Pau Gasol.