DIM resbala en el segundo tiempo y deja la Sudamericana

Dos jugadas aisladas, dos goles. Después de hacer un partido correcto, con elaboración y jugadas como mandan los manuales del fútbol, Independiente Medellín vio impotente cómo se le fue la clasificación de las manos. Lo hizo todo. Un primer tiempo que rayó en la perfección, tras darle le vuelta a la historia contra todos los pronósticos.

Ante Racing, que llegó con la primera opción tras el 3-1 en El Cilindro, el Rojo se veía prácticamente liquidado. Y no solo por el marcador en contra, sino por el panorama oscuro que planteó la salida de Andrés Mosquera al León mexicano y la negativa de la Conmebol en el tema de la inscripción de fichas como Juan Fernando Quintero y Sebastián Echeverría.

Al minuto 25 el ‘Poderoso', contra todos los pronósticos, estaba en los octavos de la Copa Sudamericana. Un doblete de Leonardo Castro puso a soñar a la afición en el Atanasio ante la Academia, que no salía del letargo que le produjo recibir el primer tanto en el inicio del juego (4').

Pero esos goles, conseguidos en buenas jugadas colectivas y con las asistencias de Édinson Toloza y Yulián Gómez, no alcanzaron al final, pues antes de finalizar la primera parte, cuando la pasaba mal Leandro Grimi por su banda, los dirigidos por Cocca consiguieron el descuento con el gol de cabeza del 'Pulpo' González.

Nada más injusto que ese 2-1. La visita había sido menos que un espectador, y Mao Molina volvía a regalar pinceladas de ese fútbol que lo hizo ídolo.

Con rebeldía, la escuadra de Peláez buscó volverse a encausar con la pelota. Pero la confianza, por la falla en defensa que costó la anotación, se menguó. No obstante, hubo chances con Castro, que lo intentó todo el partido, como también lo hizo Eduard Atuesta cuando el partido era totalmente del DIM.

Lo tuvo Didier Moreno, pero no definió ante el pórtico de Juan Agustín Russo. Ahí, se le vino la noche al local, que intentó volver a tener fútbol fluido con Yairo Moreno, cuando la necesidad y ansiedad le robó la precisión. Pero en una de las pocas descolgadas de Racing, el árbitro Ulises Mereles pitó una mano de Juan Camilo Saiz como penal. Discutido.

Pablo Cuadra fue implacable ante David González (61'), y el cuento de hadas se convirtió en pesadilla sin que la escuadra roja lo mereciera. Así, terminó cualquier aspiración de seguir en el certamen continental. Con más corazón que ganas buscó un gol más, pero las expulsiones de Toloza (68') y Saiz (80') sentenciaron una noche de terror.

Nada pudo hacer. Era cada vez más inalcanzable, y más cuando el equipo de Avellaneda empezó a manejar los tiempos y aprovechaba los espacios que cedía en Decano, buscando un milagro. La frustración del grupo, que lo tuvo todo cuando puso la serie 3-3, lo condenó aún más. Se desdibujó por completo al final.

El gol de Brian Mansilla y la expulsión de Hernán Pertuz acabó el juego de forma vergonzosa. Y con la historia 2-3 (6-3 en el global) se despidió de la Sudamericana, el Rojo, dejando un sabor amargo por el desenlace y lo que fueron las horas previas al juego. 

Medellín, en su próxima salida en la Liga II-2017, recibirá a Cortuluá en el partido que cierra la quinta fecha.