Si Mbappé llega… ¿qué hacemos con Bale?

Es algo tan sencillo como cuando uno llega al vagón de Metro: antes de entrar, dejen salir. Sin embargo, el ansia por fichar puede hacer trizas cualquier estrategia. Kylian Mbappé es objeto de deseo del Real Madrid, está ahí, muy cerca, pero la lógica dice que, antes de que el delantero francés recale en el equipo, una de sus grandes estrellas debe hacer las maletas. El elegido es Gareth Bale, no queda otra. Benzema es intocable (no lo digo yo, pero ya saben...) y Cristiano, más que eso. Así que el galés es la perla a exportar por Florentino Pérez para que los activos y pasivos del club hagan buenas migas.

Lo que sorprendería es que, antes de ver a Bale con otra camiseta, Mbappé jurara su amor por el club blanco. Porque, ¿cuál será el precio que los rivales estarán dispuestos a pagar por el galés? ¿No decidirían, visto el overbooking de cracks en Concha Espina, realizar una oferta a la baja confiados en que al Madrid no le quedara otra que vender para aligerar de egos su vestuario?

Lo de si Mbappé vale o no 180 millones, eso ya es otro cantar. No los vale, eso está claro, ningún jugador los vale, ni siquiera Messi, a mí entender el mejor futbolista hoy día sobre la faz de la tierra. Mbappé es bueno, mucho, pero sólo tiene 18 años y aún es pronto para saber si la élite mundial le tiene un sitio reservado. Su fichaje sería un golpe en la mesa, el fichaje de neón de un club que en las últimas semanas nos había llevado por otras carreteras con Vallejo, Ceballos, Theo o Llorente. Esto es otra cosa. Lo de Mbappé colocaría al Real Madrid al frente de las webs mundiales y en boca de todos. Hablamos de 180 millones. Una cifra. Tan sólo un cero más que los años que tiene el angelito. Pero es que ese cero…