Carlos Mario Carbonero Mancilla (25 de julio de 1990) interpreta su actualidad, como si estuviera dando sus primeros pasos en el fútbol ; pero sin las ansias primarias de cuando inició con Academia Compensar. Y ascendió vertiginosamente, por el Huila, Once Caldas; Estudiantes de la Plata, Arsenal, River Plate. Y llegó al balompié italiano, luego de alcanzar la cumbre, integrando la nómina de la Selección Colombia que accedió a los Cuartos de Final del Mundial Brasil 2014. Con Cesena, jugó 22 partidos; luego, tuvo un aceptable desempeño con la Sampdoria, escuadra con la que en febrero de 2016 sufrió una lesión de rodilla durante una práctica. Carbonero, no logró estabilidad luego de la artroscopia. Progresivamente, fue perdiendo el brillo, el entusiasmo; se sintió desolado y decidió regresar a Colombia. Ahora, luego de más de 17 meses de su lesión, ocupa un lugar secundario en el Cortuluá. “No estoy conforme. Necesito continuidad para recuperar mi nivel” , manifestó el mediocampista, quien es suplente en el equipo del corazón del Valle del Cauca. Su actualidad : “Me he venido trabajando de la mejor manera. El semestre pasado, terminé jugando un par de minutos y eso fue importante. Ahora, hice una buena pretemporada después de tanto tiempo, y estoy esperando que se me dé la oportunidad de jugar más minutos”. La posibilidad de haber llegado a Nacional: “En el momento no me sentía con la suficiente confianza para ir a un equipo tan grande como Nacional. Me faltaba recuperarme de la mejor manera, como lo estoy haciendo ahora”. Su estado de ánimo, por estar inactivo : “Genera frustración no tener continuidad, porque uno siempre trata de animar a los compañeros. Soy un jugador que siempre me he ganado las cosas con trabajo, y por eso, todavía tengo ganas de salir adelante, ya sea acá o en otro equipo”. Los riesgos de su lesión : “Mucha gente no creyó que iba a poder volver a jugar, pero yo puse todo de mí. Se dieron muchas versiones, por la gravedad de la lesión que tuve, pero eso me animó más para volver al campo y ahora ser tenido por lo menos en el banco de suplentes. Cortuluá me abrió las puertas para recuperarme y ahora solo queda sumar minutos. Luego de una lesión tan riesgosa, la decisión de volver a Colombia fue la mejor; necesitaba del apoyo de mi familia. Hoy en día estoy recuperado y con ganas de sumar minutos. Si tengo continuidad, todo va a ser más fácil, pero eso es algo que uno no decide. Trato de entrenarme de la mejor manera. No estoy conforme. Dios sabrá en qué momento me tocará”. Y si se le acaba el fútbol : “Nunca he pensado en eso. Llevo más de un año y medio entrenándome. Necesito continuidad para recuperar mi nivel” Volviendo a empezar : “Estoy empezando desde cero. Mi actualidad ahora es Cortuluá y cada vez que me den la oportunidad debo hacerlo de la mejor manera. Me acuerdo cuando estaba en el Huila y Once Caldas. Fue muy lindo cuando inicié en el fútbol y ahora también lo será cuando vuelva a jugar. Siempre tengo ganas de demostrarme a mí mismo que sí puedo”.