Matthews gana, Nairo va al top 10 y el Tour llega a los Alpes
Final salto largo femenino con Caterine Ibargüen, en vivo: Panamericanos 2019
Michael Matthews encontró petróleo en una de esas etapas calificadas de transición. No hubo tregua en vísperas de los Alpes. El australiano se impuso en la meta y en el sprint especial, para pegar un buen mordisco al maillot verde de Marcel Kittel. En la lucha por el amarillo también hubo duelo. El Sky de Chris Froome provocó abanicos en el último tramo que sorprendieron a tres gallos: Dan Martin y Louis Meintjes perdieron 51 segundos y Alberto Contador se fue a 1:33.
Si usted prendió el televisor cuando restaba una hora o una hora y media de carrera, que suele ser lo habitual en este tipo de recorridos llanos, quizá se extrañó al encontrarse con una situación atípica en el Tour. No rodaba ninguna escapada por delante. Y al frente del pelotón tiraba el Sunweb, que no tiene un velocista puro en sus filas. Todo tenía una explicación, por supuesto.
En el ondulado trazado inicial sí se había formado una fuga, integrada por De Gendt (un clásico), Chavanel, Edet, Degand e Impey. Hago un paréntesis en este último nombre, que tiene su historia. Daryl Impey se convirtió en 2013 en el primer ciclista africano que se enfundaba el maillot amarillo del Tour. Es sudafricano de nacionalidad, natural de Johannesburgo. Y este martes, 18 de julio, se celebraba el Día Internacional de Nelson Mandela. Una fecha muy especial. Justamente hace dos años, el Dimension Data, entonces denominado MTN-Qhubeka, logró la primera victoria de un equipo de ese continente, con el británico Stephen Cummings. Mandela siempre es una motivación extra.
Kittel, el sprinter más laureado de esta edición con cinco victorias, vigente maillot verde, se había quedado cortado en el rápido arranque de la jornada. Y eso es lo peor que le podía haber ocurrido a los fugados. Y también al Quick Step, que no tuvo la picardía de dejar escaparse a Matthews. El australiano pelea también por esa prenda, especialmente en esas jornadas de montaña en las que el alemán se queda en el autobús a las primeras de cambio. Su estrategia es meterse en todas esas escapadas para puntuar en los sprints intermedios. Esta vez la meta estaba a falta de 40 kilómetros para la meta. Y Matthews no quería desperdiciar esa oportunidad. Así que puso a tirar al Sunweb para neutralizar cualquier alegría y cazar su objetivo: otros 20 puntos a la saca.
Hasta ese momento, la mayor noticia de la jornada había sido el abandono por enfermedad del neozelandés George Bennet, uno de los protagonistas de este Tour, que ocupaba la 12ª plaza de la general. Tampoco había tomado la salida otro ilustre, Philippe Gilbert, por gastroenteritis. Otra alerta de la narración en directo era que Alberto Contador se había quedado ligeramente descolgado por una avería, pero se reincorporó pronto.
El Trek de Contador fue el primer equipo que intentó alguna travesura con el viento en el tramo final de la etapa. No logró alterar el corral. Al Sky de Froome le inspiró la idea, puso a Michael Kwiatkowski en cabeza, y empezó a meter cuenta. Fue un momento de máxima tensión, que hizo rodar por los suelos a Jarlinson Pantano. Fabio Aru y Romain Bardet sufrieron de lo lindo para mantenerse delante. No lo consiguieron Dan Martin y Meintjes. Ni tampoco Contador, atrapado en su propia telaraña. También sucumbieron los últimos velocistas supervivientes: Greipel y Bouhanni. Un desenlace ideal para Matthews, que logró su segunda victoria y ya acosa a Kittel en la lucha por el verde.
Ahora llegan dos días en los Alpes. Cambio de tercio. Sin pausa. Llega el momento de ganar el Tour. Nada menos.