Marcel Kittel cruzó la meta de Pau y marcó un cinco con la mano . Una manita. Repóquer de victorias . El alemán prolongó así su dominio absoluto en los sprints, en vísperas de la etapa reina de los Pirineos . Tan sólo las caídas rompieron la monotonía de una jornada soporífera. Entre los accidentados volvió a estar Alberto Contador , otras dos veces, ambas sin consecuencias graves para su físico. Duele sobre todo el alma . También se fueron al suelo otros dos gallos de este Tour 2017: Romain Bardet y Jakob Fuglsang.
Hay muchas maneras de llegar a Pau, pero seguramente la elegida este miércoles es la más aburrida. Basta con recordar que Pau es la capital de los Pirineos Atlánticos. Ya se pueden imaginar.
Por eso, seguramente, Pau también es la ciudad con más victorias españolas: ocho , entre ellas las de tres campeones finales en París. Julián Berrendero fue el primero allá por 1937. Luego le siguieron Bahamontes (1964), Pedro Torres (1973), Delgado (1986), Murguialday (1992), David Etxebarria (1999), Pereiro (2005) y Mercado (2006). El Tour, sin embargo, se plantó aquí este año con un recorrido que provocó el sexto sprint de las once etapas disputadas . Más de la mitad. Así es difícil resistirse a una siesta.
Para combatir el bostezo, la narración en directo de la página web del Tour también se dedicó a enumerar datos estadísticos e históricos con más frecuencia que otros días. Como nos acaba de ocurri en esta crónica. Por ejemplo reseñó que el Quick Step había superado ya en victorias al Movistar desde 2001: 32-31. Como Kittel volvió a ganar, ahora son 33. También que Alemania llevaba 30 triunfos desde 2011. Ahora son 31. Y por si acaso al velocista germano le diera por seguir a este ritmo, recordó que hasta tres veces un mismo ciclista ganó ocho etapas en una misma edición: Charles Pélissier (1930) y Eddy Merckx (en dos ocasiones: 1970 y 1974).
Las cámaras mostraban la bella Francia. “El mejor cortijo de Europa”, le escuché definirla una vez a Eusebio Unzué. Y seguían a los tres aventureros de la jornada , que habían arrancado en el primer kilómetro, como ya es tradición: Marco Marcato (UAE), Maciej Bodnar (Bora) y Frederik Backaert (Wanty). No iban a ningún lado, pero no vamos a criticarles por hacer su trabajo. Y por intentarlo.
Ni siquiera en este tipo de etapas pueden relajarse los ciclistas. Hay jornadas aburridas o divertidas, pero no de transición. Bien lo saben. Las caídas interrumpieron ese sopor en la segunda parte del trazado. En dos de ellas se vio implicado Contador. ¡Sí, otra vez dos! La primera fue en el avituallamiento, a 90 kilómetros en la misma montonera en la que se vieron implicados Bardet y Fuglsang, y que mandó a casa a Dario Cataldo. La segunda, a 22 km de la meta, junto a su compañero Michael Gögl. Cuando alguien entra en una racha así, los golpes desgarran más el ánimo que el cuerpo.
Este jueves ya no habrá llegada masiva: se disputa la etapa reina de los Pirineos . No se echen la siesta.